Y Eduardo Hernández miraba desde el Olimpo

«En el principio creó Dios los cielos y la tierra y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el Espíritu se movía sobre las aguas y dijo Dios: ‘Que haya Casimiro Curbelo’, y hubo Casimiro Curbelo». El comienzo de cada pleno parlamentario es siempre una versión del Génesis que cobra sentido generalmente con las palabras iniciales e iniciáticas del líder de la ASG. Perdonará el lector que el contenido de sus preguntas no sea especialmente atendido aquí; en esta ocasión, el señor Curbelo se dirigía al presidente del Gobierno para hablar sobre la fiscalidad de las islas verdes. Porque sin duda el señor Curbelo, que hace mucho tiempo tiene su cabildo, su hospital, sus sociedades públicas y su Torre del Conde, sueña con tener algún día su propio REF. Un REFITO que se pueda silbar como la banda sonora de Dos hombres y un destino.

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