El juez Juan Carlos Peinado ha completado su exposición razonada contra el ministro de Justicia y antiguo secretario general de la Presidencia de Gobierno, Félix Bolaños, con una ampliación en la que hace llegar a los magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo el auto del pasado 12 de junio de la sección 23 de la Audiencia de Madrid en la que no solo respalda su actuación en la imputación de Cristina Álvarez, la asistente de Begoña Gómez, esposa del presidente de Gobierno Pedro Sánchez, si no apunta a una “clara y palmaria desviación de poder de las labores de funcionario público respecto de lo que debían ser sus funciones de ayuda”.
La sección 23 se pronunciaba sobre los recursos de apelación presentados contra la imputación de Cristina Álvarez.
“Limbo de poder no institucionalizado”
Según el auto de los magistrados María del Rosario Esteban Meilán, José Sierra Fernández y Enrique Jesús Bergés de Ramón (ponente), si Álvarez consintió esa decisión en cumplir actividades que excedían sus funciones de colaboración con Begoña Gómez para también actuar en asuntos privados, “su connivencia o anuencia con esa conducta viene a redundar en el elemento clave de la influenciabilidad subjetiva de la conducta constitutiva de posible tráfico de influencias”.
Afirman que “al tolerar ese ilícito comportamiento, quizá no esté cometiendo un delito de malversación, que solo cabría plantear en caso de que cobrara un sueldo sin prestar ninguna de las funciones para las que estaba contratada, pero sí es un elemento fáctico de la máxima trascendencia a la hora de poder acreditar su solidaridad con el plan del autor, en tanto su posición institucional refuerza la posibilidad de influencia de la conducta de la principal investigada [Begoña Gómez], que se mueve en ese limbo de poder no institucionalizado”.
“Desviación de recursos públicos”
Con toda la sección 23 va mucho más allá de lo que ha ido hasta ahora el juez Peinado cuando contextualiza la investigación, lo que explica por qué razón el instructor ha decidido añadir dicha resolución a su exposición razonada ya elevada a la Sala Segunda del Supremo.
“Una clara y palmaria desviación de las labores de un funcionario público respecto de lo que debieran ser sus funciones de ayuda, de mera colaboración y acompañamiento institucional, de seguridad y protocolo, a la persona ligada por vínculos maritales con el presidente del Gobierno, puede haber sido voluntariamente utilizada, desde un inicio, como un indebido soporte o desviación de recursos públicos en favor exclusivamente de intereses privados y, lo que es más importante, ofrecidos desde una estructura institucionalizada de poder como es la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno”,
“Ese entramado del Palacio de la Moncloa…”
Los magistrados sostienen que desde la citada estructura de poder “podría permitir inferir la solidaridad con la actuación de la principal investigada [Begoña Gómez], al tiempo que refuerza frente a terceros el carácter prevalente de la conducta de la principal investigada [Begoña Gómez], apuntalando el áurea de indudable influencia que como esposa del Presidente del Gobierno y ejerciendo sus funciones desde ese entramado del Palacio de la Moncloa podía tener toda su actividad privada”.
Martínez Arrieta presidirá la Sala de Admisión
El fiscal del Tribunal Supremo, Fernando Prieto, había solicitado rechazar la exposición razonada original del 24 de junio pasado. Pero, ahora, con la ampliación, la Sala le ha remitido la nueva petición para que se pronuncie.
La Sala de Admisión está presidida por el magistrado Andrés Martínez Arrieta, que es presidente en funciones de la Sala Segunda del Supremo, y la forman los magistrados Julián Sánchez Melgar, Pablo Llarena, Ángel Hurtado y Leopoldo Puente.
Fuentes judiciales dijeron a EL PERIÓDICO tras leer el auto de la sección 23 de la Audiencia de Madrid que quizá se haya subestimado la actuación del juez Peinado hasta el momento y que su investigación goza de fuerte respaldo entre magistrados con mayor capacidad a la suya en la Audiencia de Madrid, convencidos de que la exposición razonada, ahora, con este respaldo, podría conseguir apoyos.
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