La alcaldesa de Oliva, Yolanda Pastor, acaba de dar uno de esos puñetazos sobre la mesa de los que resuenan. A través de un comunicado ha emplazado a la empresa concesionaria del servicio de recogida de basura y limpieza viaria a que, en un plazo de cinco días, presente un plan que permita acabar con los innumerables problemas que presenta el servicio, del que en pocas semanas se cumplen dos años desde que se hizo cargo y que cuesta 200.000 euros al mes a las arcas municipales.
Pastor ha mostrado su hartazgo de forma muy gráfica: «Oliva vive una situación insostenible», ha dicho, al acusar a Fovasa de «incumplir el contrato de recogida de residuos y limpieza viaria».
Esa falta de diligencia que le atribuye a la firma se debe a que «no limpia como debe», según ha explicado en conversación con Levante-EMV. Algunos de los aspectos de los que ha advertido el ayuntamiento a la firma son la falta de limpieza de los contenedores, tanto exterior como interior, desborde y acumulación de residuos alrededor de los recipientes, incumplimiento de las rutas programadas o deficiencias en los servicios de limpieza, entre los que cita zonas sin servicio o falta de eliminación de vegetación en varias calles.
Pastor se muestra preocupada por esta cuestión, «a la que le dedico prácticamente todo mi tiempo desde hace cuatro meses», porque, se sincera, «no puedo más» con la situación actual del servicio. Y es que el vecindario hace patente su malestar casi cada día.
Por ello, exige a la empresa que en el caso de no ofrecer soluciones se considerará un incumplimiento del contrato que puede derivar en «aplicación de penalizaciones o cualquier otra medida prevista en el pliego», por lo que no se descarta el inicio de un proceso de liquidación del contrato.
Desde hace meses los vecinos y vecinas, especialmente a través de las redes sociales, se vienen quejando de falta de limpieza y mostrando imágenes de contenedores rodeados de residuos sin recoger, algo en lo que también tienen que ver las acciones incívicas.
Pastor atribuye esta tesitura a dos causas: por una parte está el «incumplimiento» del que acusa a la empresa y, por otro, las condiciones que incluye el contrato, que, según ha explicado, solo contempla recogida de contenedores tres días a la semana, cuando anteriormente era todos los días, y de ahí que se repitan las imágenes de los recipientes llenos a rebosar. «Y eso que hemos conseguido que en la fracción resto ahora se lleve a cabo la retirada todos los días. Ese pliego es un desastre», señalaba a primera autoridad local.
Su grupo, Projecte Oliva, siempre se ha mostrado en contra de los pliegos que llevaron a elaborar el nuevo contrato «y de hecho ya avisamos que no era adecuado para Oliva y lo argumentamos en su momento». Sin embargo, ha sido a su gobierno al que le ha tocado implantarlo.
Además, Pastor ha reconocido que «es cierto que existe el incivismo, que hay personas que no reciclan y tiran los residuos donde no corresponde, pero no podemos tolerar que los camiones de limpieza y recogida no hagan su trabajo». «La situación es muy dura, muy insostenible, ya no podemos mas», señala la alcaldesa.
A estos problemas se suman otros que se han venido denunciando por parte del vecindario y la oposición, como el tamaño de las bocas de los contenedores, las ubicaciones de los mismos e incluso la forma en que se adquirieron. Además de la huelga con la que se encontró el gobierno nada más llegar por un conflicto entre la empresa y los trabajadores.
Hace unos días hubo una reunión con los responsables de la mercantil, en la que estuvieron presentes varios ediles y técnicos municipales, donde se les expuso la situación real del servicio en el municipio de Oliva.
La alcaldesa ha revelado, además, que la situación «es especialmente delicada en la playa» y más durante estos meses de verano. Otro de los aspectos que afectan al funcionamiento del servicio es que «algunos restaurantes y establecimientos no se han adherido al servicio de grandes productores», lo cual, señalaba «provoca que algunos contenedores domésticos estén desbordados».
El pasado mes de abril, el ayuntamiento ya anunció una serie de medidas que incluía la supervisión a Fovasa por parte de otra empresa.
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