“Lo tiran todo junto” y otros bulos que aún frenan el reciclaje

A estas alturas, cuesta creer que aún haya quien diga que reciclar es inútil, que todo acaba en el mismo vertedero o que es “una moda de modernos”. Pero lo cierto es que los prejuicios, aunque minoritarios, siguen vivos. Y cuando calan, hacen daño. Por eso, desmontar leyendas urbanas con datos es más importante que nunca. Porque reciclar no solo es útil: es urgente.

Son palabras que se escuchan en conversaciones informales, en redes sociales o incluso en reuniones familiares. Pero más allá de la opinión, hay datos. Y los datos desmontan mitos del reciclaje.

Según un estudio realizado por GfK para Ecovidrio, el 87,8% de los españoles declara separar sus residuos de vidrio “siempre o casi siempre”. Solo un 5,9% niega la utilidad del reciclaje o directamente no recicla. Es decir, los llamados negacionistas del reciclaje son minoría, pero sus argumentos siguen calando. Y para desmontarlos, hace falta más información y menos prejuicio.

“Separar los residuos no sirve porque luego lo mezclan todo”

Uno de los argumentos más extendidos (y falsos). La realidad es que los contenedores de vidrio, destinados al reciclaje, solo admiten ese tipo de residuo. Y los camiones que los recogen son también exclusivos para este material. En los pocos casos en los que un camión recoge más fracciones, lo hace con compartimentos independientes. Es decir, nada se mezcla. El esfuerzo en casa tiene continuidad.

“El reciclaje de vidrio no sirve para nada”

Todo lo contrario. El reciclaje de vidrio es 100% eficiente y puede transformarse en nuevos envases infinitas veces sin perder calidad. Reciclarlo significa no tener que extraer nuevas materias primas, como la arena, y además se evita un gran impacto medioambiental. Al fabricar nuevos envases con vidrio reciclado se reduce el consumo energético y se emiten hasta un 50% menos de gases de efecto invernadero. En resumen: reciclar vidrio contribuye directamente a combatir el cambio climático.

No hay excusas para cuidar del planeta. / Ecovidrio

“Hay intereses económicos ocultos detrás del reciclaje”

Ecovidrio, la entidad responsable de la recogida y reciclaje de envases de vidrio en España, es una organización sin ánimo de lucro. No puede repartir beneficios, por ley. La financiación del sistema proviene en un 80% de las más de 8.200 empresas que pagan el Punto Verde (una tasa obligatoria para quienes ponen envases en el mercado), y el resto se cubre con la venta del vidrio reciclado como materia prima. Todo el proceso es transparente, y el reciclaje del vidrio no depende de los impuestos ciudadanos.

“Reciclar destruye empleo”

Es justo lo contrario. La cadena del empleo verde en reciclaje genera más de 8.000 puestos de trabajo directos e indirectos, repartidos por todo el país. Son empleos estables, sostenibles y ligados a la economía circular. No reciclar no genera más empleo: simplemente multiplica los residuos que acaban en vertederos.

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No reciclar multiplica los residuos que acaban en vertederos. / Ecovidrio

“En otros países pagan por reciclar”

En algunos países europeos funciona un sistema diferente llamado “depósito y retorno”, pero no se trata de un pago por reciclar, sino de una fianza por envase reciclado. Esa cantidad se devuelve si el envase se retorna en perfectas condiciones. Es un método complementario al modelo español, no necesariamente mejor. En cualquier caso, más de la mitad de los países europeos emplean el mismo sistema que España.

“Faltan contenedores”

Otro mito desmontado por los datos. España es uno de los países mejor equipados en cuanto a contenedores para reciclar vidrio. Hay un punto verde por cada 191 habitantes, y la mayoría de personas tienen uno a menos de 100 metros de su casa. Cada año se instalan más de 5.000 nuevos para seguir acercando el reciclaje a todos los rincones del país, desde grandes ciudades hasta aldeas y pedanías.

No reciclar cuesta más a largo plazo.

No reciclar cuesta más a largo plazo. / Ecovidrio

“Ya pago impuestos, ¿para qué reciclar?”

La recogida del vidrio no se financia con impuestos municipales, sino con fondos de Ecovidrio. Lo que sí se paga con las tasas locales es la recogida de la fracción resto, es decir, la bolsa de basura común. Si no se recicla correctamente, aumentan los residuos mezclados y, con ellos, los costes de tratamiento para los ayuntamientos. En otras palabras: no reciclar cuesta más a largo plazo.

A pesar de la buena disposición de la mayoría, los datos muestran que aún queda trabajo por hacer. Siete de cada diez personas consideran que hace falta más información sobre qué ocurre con los residuos una vez reciclados, sobre cómo afecta el reciclaje al precio de los productos, y sobre las consecuencias medioambientales de no hacerlo. Además, el 64,6% cree que las campañas de reciclaje sí ayudan a cambiar hábitos.

Ecovidrio ha llevado a cabo cerca de 400 acciones de sensibilización.

Ecovidrio ha llevado a cabo cerca de 400 acciones de sensibilización. / Ecovidrio

Por eso, solo en 2024, Ecovidrio ha llevado a cabo cerca de 400 acciones de sensibilización por todo el país. La información y la educación siguen siendo claves para avanzar hacia un modelo más responsable y sostenible. Porque reciclar vidrio en España no es una moda ni una obligación: es una forma real de participar en la transformación del entorno. Y ahora, con argumentos sólidos y contrastados, también es más fácil responder a quienes todavía dudan. No con reproches, sino con datos.

Porque desmontar mitos no solo cambia la conversación: cambia también el mundo que construimos con cada pequeño gesto. Y sí, reciclar uno solo ya es mucho.

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