El Reino Unido y Francia están decididos a reforzar su alianza en un escenario internacional cada vez más incierto. Esta ha sido una de las principales conclusiones del primer día de la visita de Estado que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha iniciado junto a su esposa Brigitte en el Reino Unido, la primera de un dirigente europeo desde el Brexit y la primera de un líder francés desde 2008. Un encuentro cargado de simbolismo en el que los dos países pretenden acercar posturas en materia económica, energética, de defensa y de inmigración para reforzar el papel de Europa en el mundo, hacer frente a los desafíos de Rusia y reducir la dependencia de Estados Unidos y de China.
“Como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, el Reino Unido y Francia deben demostrar al mundo una vez más que nuestra alianza puede marcar todas las diferencias. Debemos trabajar juntos para defender un multilateralismo eficiente y para proteger el orden internacional, del mismo modo que lo hicimos tras la Segunda Guerra Mundial”, ha dicho Macron en un discurso de algo más de media hora pronunciado en el Parlamento británico ante los miembros de las dos cámaras, incluido el primer ministro, Keir Starmer. “He venido para renovar el mensaje del pueblo francés de amistad y fraternidad. Finalmente, nos encontramos de nuevo: asegurémonos de que lo hacemos en los próximos años y décadas”, ha añadido.
Inmigración irregular
La visita de Macron tendrá su punto álgido el jueves en una cumbre bilateral en la que los dos países pretenden firmar una serie de acuerdos en materias clave. Uno de los más relevantes será previsiblemente en materia migratoria: Starmer confía en cerrar un pacto que permitiría a Londres devolver a Francia a las personas que lleguen de forma irregular a través del Canal de la Mancha, según señala la prensa británica, a cambio de aceptar a los solicitantes de asilo que tengan lazos familiares en el Reino Unido. Este acuerdo supondría una victoria para Starmer, muy presionado por el aumento del número de llegadas irregulares al país.
Además de la inmigración, los dos países buscarán reforzar sus relaciones en el ámbito industrial y tecnológico. “Lo que está en juego hoy en Europa es nuestra capacidad para invertir en tecnologías clave para el futuro […] para evitar una dependencia estratégica que nos pondría en riesgo”, ha asegurado Macron. “Tenemos que reducir el riesgo que representa para nuestros países la dependencia excesiva de Estados Unidos y de China”, ha añadido el presidente francés, quien ha apelado al papel que el Reino Unido y Francia deben desempeñar para reforzar las cadenas de valor y el libre comercio.
Defensa de Ucrania
Macron y Starmer también tienen previsto mantener el jueves un encuentro en remoto con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para dibujar una estrategia conjunta en el abastecimiento de armas a Ucrania y para avanzar en la conformación de la llamada “coalición de voluntarios”, la alianza militar impulsada por Londres y París para proteger a Ucrania tras la firma de un eventual alto el fuego con Rusia. “Esta coalición es el símbolo de que los europeos nunca abandonaremos a Ucrania. Nunca”, ha afirmado Macron ante los miembros del Parlamento británico, quienes le han ovacionado en señal de apoyo.
El presidente francés aprovechará la visita para tratar de arrancar otros compromisos a Starmer, entre ellos el posible reconocimiento del Estado Palestino. Una posibilidad que sigue provocando recelos en el Gobierno británico ante la posibilidad de irritar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero que según Macron es “el único camino hacia la paz”. En el ámbito de las relaciones con la Unión Europea, el líder francés también quiere avanzar en los acuerdos de movilidad, cuyas líneas maestras ya fueron trazadas en la cumbre bilateral del pasado mayo.
Más allá de los acuerdos que se extraigan finalmente, la visita de Estado de Macron supone la apertura de un nuevo capítulo en las relaciones entre el Reino Unido y Francia tras unos años tensos marcados por el Brexit. Prueba de ello ha sido la implicación del rey Carlos III y de la reina Camila, quienes han recibido al presidente francés y a su esposa con todos los honores en el castillo de Windsor, además de la bienvenida de los príncipes de Gales a su llegada a la base aérea de Northolt. Macron se ha reunido también con los líderes del Partido Conservador y del Partido Liberal Demócrata antes de acudir al banquete de Estado presidido por el propio monarca y por su esposa.