Sergi Domínguez puso fin a su etapa como futbolista del Barça hace escasos días, cuando se oficializó su traspaso al Dinamo de Zagreb a cambio de 1,2 millones de euros, además de un 20% de la plusvalía de un futuro traspaso.
“Sabía que salía cedido o traspasado, lo tenía asumido. La propuesta del Dinamo de Zagreb me conquistó. También pedí opinión a Dani Olmo y terminó de convencerme”, explicó en una entrevista concedida a ‘Jijantes’. También añadió sobre su debut con el primer equipo el 31 de agosto contra el Valladolid que “ni era ni consciente porque fue todo muy rápido; había soñado, pero nunca pensé que podía conseguirlo”.
Estuvo en dinámica del primer equipo durante el inicio de la temporada, con las lesiones de Ronald Araujo y Andreas Christensen. Llegó a disputar seis encuentros bajo las órdenes de Hansi Flick: tres de LaLiga, dos de Champions League y otro más de Copa. Durante el segundo tramo de la temporada, ya con más efectivos en el primer equipo, regresó al filial blaugrana.
«Empezamos a entrenar la línea así de adelantada en Estados Unidos un poco, pero no mucho y luego jugábamos cada tres días. No estábamos haciéndolo cada día. Si eres buen jugador, tienes que adaptarte rápido, te lo explican cuatro veces, los dos primeros partidos vas pillándolo y luego te tiene que salir porque tienes que estar metido si quieres jugar«, explicó sobre el sistema defensivo que implementó Flick a su llegada a la capital catalana.
Por último, en la citada entrevista, también fue preguntado por el jugador del Barça que más le sorprendió y no dudó ni un solo segundo en dar una respuesta: Frenkie de Jong. «Todo el mundo habla maravillas de él, pero hasta que no lo ves entrenando no te das cuenta, me parece increíble. Como persona es un 10 y como jugador un 100”, concluyó.