El 76 % de los hogares atendidos por Càritas en Catalunya se encuentra en pobreza severa y la mitad carece de una vivienda digna, según la Memoria 2024. El informe refleja una realidad que se mantiene cronificada pese a la ligera mejora de algunos indicadores.
Durante 2024, las diferentes Càritas Diocesanas de Catalunya acompañaron a 93.626 hogares, donde residen 237.662 personas. Las cifras suponen un descenso del 3 % respecto al año anterior, pero los responsables de la entidad alertan de que la situación sigue siendo preocupante.
El presidente de Càritas Catalunya, Salvador Busquets, ha destacado que tres de cada cuatro familias atendidas viven con menos del 40 % de los ingresos medios, lo que se considera pobreza severa. Además, en casi la mitad de estos hogares viven niños y adolescentes, lo que eleva la preocupación por el impacto a largo plazo.
la vivienda, reto urgente
La falta de vivienda digna se mantiene como uno de los principales problemas detectados por Càritas. El 51 % de las personas atendidas declara no disponer de un hogar en condiciones adecuadas. Esto incluye a familias que viven en habitaciones realquiladas (22 %), en la calle (7 %), en casas de familiares o amigos (10 %), en recursos de entidades sociales (5 %) o en viviendas ocupadas (7 %).
El director de Càritas Catalunya, Salvador Busquets, cree que el acceso a la vivienda se ha convertido en un motor de exclusión social
Además, dos de cada diez hogares han recibido amenazas de desahucio en los últimos meses y seis de cada diez familias no pueden asumir los gastos relacionados con el alquiler, la hipoteca o el realquiler. Busquets ha afirmado que el acceso a la vivienda se ha convertido en un “motor de exclusión social” y ha reclamado políticas públicas que amplíen el parque de vivienda social y permitan precios de alquiler accesibles.

La miembro del Observatori de la Realidad Social de Càritas Catalunya, Marina Pous, explica que el mercado de alquiler preocupa a la entidad social por la inestabilidad que provoca
carencias en alimentación y salud
La contención en el aumento de precios de productos básicos durante 2024 ha permitido aliviar cierta presión en los hogares más vulnerables, pero no ha revertido su situación. El 51 % de las familias atendidas no puede garantizar una alimentación adecuada y el 76 % no puede comprar alimentos frescos de forma regular. Este escenario afecta directamente al desarrollo de los menores que viven en estos hogares.
Asimismo, el 41 % de las familias acompañadas ha dejado de adquirir medicamentos necesarios por falta de recursos económicos, según detalla la memoria.
precariedad y falta de ingresos
La falta de ingresos se vincula principalmente a la falta de empleo y a la precariedad laboral. De las personas atendidas, la mitad se encuentra en situación de desempleo y un 23 % cuenta con empleos precarios que no permiten cubrir las necesidades básicas. Entre las causas de esta precariedad se encuentran las condiciones abusivas y la falta de contrato, especialmente en mujeres y jóvenes con situación administrativa irregular.
De hecho, un 44 % de las personas atendidas por Càritas en 2024 se encuentra en situación administrativa irregular, con un aumento de tres puntos respecto al año anterior. Este colectivo es uno de los más afectados por la falta de oportunidades de integración social y laboral.
MEJORAS en las prestaciones sociales
Desde Càritas Catalunya se reclama una mejora en el acceso y ampliación de las prestaciones sociales como la Renta Garantizada de Ciudadanía y el Ingreso Mínimo Vital. Actualmente, solo el 12,6 % de las personas atendidas es perceptora de estas ayudas, un dato que la entidad considera insuficiente para paliar la vulnerabilidad existente.
Marina Pous, investigadora del Observatori de la Realitat Social de Càritas Catalunya, ha recordado que los estudios demuestran que los niños y adolescentes que crecen en situaciones de pobreza severa tienen el doble de probabilidades de ser adultos en situación de pobreza. “Esto atenta contra la igualdad de oportunidades en nuestra sociedad”, ha alertado.
FUTURO INCIERTO
Pese a este escenario, la mayoría de las personas atendidas confía en una mejora de su situación en los próximos seis meses. Solo un 25 % considera que su situación se mantendrá igual y un 21 % cree que empeorará.