En Benidorm se está viviendo una guerra abierta por la primera línea de playa. Cada verano pasa lo mismo: hay quiénes madrugan para plantar la sombrilla y guardarse su sitio y los que piensan que eso es un abuso.
Ayer vivíamos en directo este enfrentamiento y cómo la gente se queja de que no se respetan los horarios ni los límites puestos en la orilla. Pues hoy entra en juego otro factor importante: las empresas de alquiler de hamacas y sombrillas.
Los vecinos dicen que este negocio les quita sitio en la arena ya que «son criminales y carísimas». «Hay demasiadas y no tienen sitio las personas para poner las suyas propias», dice otra veraneante.
La polémica está servida y volvemos de nuevo a la playa de Benidorm para ver cómo está el ambiente. «Te sale carísimo. Me parece una vergüenza», añade en directo una mujer. Sin embargo, aquellos que vienen de otras ciudades aseguran que es mejor que estén las hamacas porque así no tienen que cargar con ellas: «No puedo venir en el tren con silla y sombrilla cargada».