La incidencia del cáncer de piel se ha incrementado en torno a un 40% en el transcurso de los cuatro últimos años en el país. Así lo reflejan los datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que desvelan que cada año se diagnostican más 78.000 nuevos casos. La más agresiva de estas neoplasias es el melanoma, una patología por la que se forman células malignas en los melanocitos. La previsión de la entidad es que en 2040, esta enfermedad se convertirá en el segundo tumor con más incidencia global. Ahora bien, ¿por qué se caracteriza la afección? Con el fin de explicar las particularidades de este cáncer y prevenir su aparición, la doctora Rosmary Martín, especialista en Dermatología en el Hospital Universitario Vithas Las Palmas, aborda cinco claves fundamentales.
Características
Tal y como explica la facultativa, el melanoma es, en realidad, un lunar que sufre un cambio repentino y que reúne unas condiciones clínicas importantes. «Para diferenciar un lunar benigno de uno maligno aplicamos una regla que se conoce como Abcde, donde la ‘a’ corresponde a la asimetría, la ‘b’ a los bordes, la ‘c’ al color, la ‘d’ al diámetro y la ‘e’ a la evolución», detalla la experta. Y es que, según describe, los lunares benignos son simétricos, tienen los bordes difuminados e integrados en la piel , presentan uno o dos tonos -marrón claro y oscuro-, suelen medir unos seis milímetros como máximo y no sangran ni provocan picor. Por tanto, cuando no cumplen estas condiciones, es necesario consultar con un experto. «Si una persona adulta no suele tener lunares y de repente desarrolla uno, también es motivo de consulta», anota la doctora.
Detección
En general, para determinar si un lunar es benigno o maligno, los especialistas realizan un examen clínico con la ayuda de un dermatoscopio, un aparato equipado con lentes de aumento que cuenta con luz polarizada. «Gracias a este instrumento, observamos los patrones dermatoscópicos, los pigmentos, las estructuras y si hay glóbulos o retículos. De este modo, valoramos si es sospechoso», apunta. Sin embargo, cuando existen antecedentes o un riesgo elevado a desarrollar este cáncer, los dermatólogos recurren a otras técnicas como el mapeo digital o la epiluminiscencia digital. «Hay que hacer un seguimiento fotográfico clínico y dermatoscópico cada año de los lunares relevantes para observar si se producen cambios con el tiempo», indica la experta.
Factores de riesgo
La doctora Martín afirma que las personas que tienen un mayor riesgo a desarrollar un melanoma son aquellas con fototipos claros, las que cuentan con antecedentes familiares, las que presentan más de 50 lunares y las que se exponen mucho tiempo al sol por razones asociadas al trabajo o al ocio. Al listado se suman los pacientes inmunodeprimidos y trasplantados.
Manifestación
La dermatóloga expone que existen zonas del cuerpo en las que es más probable que aparezca el melanoma. ¿El motivo? Precisamente, la exposición solar. «En los hombres, por ejemplo, es más frecuente que aparezca en el tronco. En las mujeres, en cambio, es más común que lo haga en las piernas», informa. No obstante, hay melanomas que aparecen en zonas no expuestas al sol como los genitales, por ejemplo, porque siguen otras vías genéticas.
Prevención
Para evitar padecer un melanoma es fundamental proteger la piel de la radiación solar desde la infancia. «La piel tiene memoria. Aunque en la edad adulta se evite tomar el sol o se proteja la piel de forma adecuada, si de niños nos quemamos demasiado con el sol o estuvimos muy expuestos, ese daño se acumula», advierte la profesional del citado hospital capitalino, que recuerda que en Canarias es necesario utilizar una crema de protección solar con un factor adecuado a lo largo de todo el año. «Para el día a día en la ciudad, un factor 30 es suficiente. Si hay exposición directa como en la playa, hay que usar un protector de más de 50», remarca. Asimismo, con el fin de detectar la patología en una fase precoz, la doctora recomienda acudir a las consultas de los dermatólogos, al menos, una vez al año. Las personas que cuentan con antecedentes familiares deben asistir dos veces.
Uno o dos cuadros al mes
El diagnóstico precoz del melanoma ha mejorado gracias a la concienciación de la población. Así lo pone de manifiesto la doctora Rosmary Martín. «Es cierto que los casos han aumentado, pero porque también cada vez son más las personas que acuden a nuestras consultas. En mi caso, puedo asegurar que diagnostico entre uno y dos cuadros al mes de esta enfermedad», manifiesta la facultativa. En estadios precoces, la patología se resuelve con la extirpación quirúrgica del lunar. Los casos más graves se abordan con terapias oncológicas.