Las carreteras bajo control de los radares en Galicia aumentan un 30% en una década: más de 2.700 kilómetros

Las prisas por llegar a destino no son buenas compañeras de viaje. Y es que pisar más de la cuenta el acelerador no ahorra tanto tiempo como uno se pueda imaginar, pero por el contrario aumenta el riesgo de sufrir un accidente y que las consecuencias sean letales. A modo de ejemplo, conducir a 150 km/h en lugar de 120 km/h ahorra media hora en un viaje de 350 kilómetros, pero el resultado de una salida de vía o colisión por encima de la velocidad permitida multiplica la probabilidad de fallecimiento. Respetar los límites, evitaría la cuarta parte de los muertos en carretera, según estudios de la DGT.

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