El apocalipsis, según Pedro

El final bíblico se aproxima, suenan las trompetas del apocalipsis para el sanchismo, cuyo titular rasca la lira imperial mientras el fuego consume en pavesas un partido hecho trizas. Se suceden las plagas dentro del PSOE, al que los príncipes se le vuelven ranas y le merodean los tábanos y las moscas de tanto apelar al hombre del saco. A la lluvia de fuego, que ha convertido Ferraz en ceniza política, le sucede la desaparición de los primogénitos, defenestrados fuera por incómodos o por trincones, pues nadie osa hacer sombra al faraón, que exige de sus súbditos entrega absoluta y unánime veneración. Como en el antiguo Egipto castigado por la divinidad judía, sobreviene la oscuridad absoluta, una nube espesa que impide divisar otra realidad que no sea la de las encuestas amañadas de Tezanos.

Fuente