La remodelación de la ejecutiva del PSOE propuesta por Pedro Sánchez intenta restaurar los vasos comunicantes entre Ferraz y Moncloa que saltaron por los aires con la dimisión de Santos Cerdán, el todopoderoso ex secretario de Organización ahora en prisión por su presunta implicación en la trama de mordidas por adjudicación de obra pública. Un terremoto que ha escalado la crisis del PSOE al Gobierno y tras el que el jefe del Ejecutivo ha desdeñado su opción de inicial de hacer cambios quirúrgicos para encarar una reestructuración más amplia de la cúpula, como propondrá este sábado en el comité federal. De entre los nuevos perfiles destacan los nombres conectados con sus gabinetes en el Gobierno, comenzando por la nueva secretaria de Organización, Rebeca Torró. Muy cercana a Manolo de la Rocha, uno de los pocos que se mantienen en la sala de máquinas de Moncloa desde que Sánchez llegó al Ejecutivo en 2018, como director de la oficina económica.
Su “conexión Moncloa”, como trasladan fuentes socialistas tras su llegada a la secretaría general de Industria de la mano de Sánchez, es así el principal asesor del presidente del Gobierno en materia económica. Antes lo fue también Antonio Hernando, quien hasta el pasado mes de septiembre fue director adjunto del Gabinete del Presidente del Gobierno. Precisamente, dentro de su área de Organización, la nueva número tres del PSOE contará con la pareja sentimental de este último, Anabel Mateos, como adjunta y mano derecha al asumir la secretaria de Coordinación Territorial.
Los otros dos adjuntos del área de Organización, que busca ser coral, para desconcentrar el poder y crear contrapesos, han tenido puestos de responsabilidad en el gabinete de Sánchez en Moncloa. Se trata de Francisco Salazar, quien fue director de Análisis y Estudios del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, y de Borja Cabezón, ex director general de Asuntos Nacionales. Con conexión o experiencia previa en el equipo de Sánchez en Moncloa, los perfiles que tomarán las riendas del partido garantizan sintonía para intentar superar esta profunda crisis. Todos de la plena confianza de Sánchez, siendo la decisión de rescatar a Torró para el Gobierno central, tras perder las elecciones Ximo Puig, del propio jefe del Ejecutivo. Del Goven de Ximo Puig y el PSPV han dado el salto a Moncloa un buen número de colaboradores de Sánchez, como la secretaria de Estado de Comunicación, Lydia del Canto.
De la portavocía sale Esther Peña, quien no había comparecido desde que estalló el caso Cerdán, para asumir estas responsabilidades la catalana Montse Mínguez. En esta área también se opta por una mayor coralidad y contará como adjunta con Enma López, secretaria de Política Económica, Transformación, Emprendimiento y Cambio Social, un perfil emergente del partido y que actuaba ya como portavoz oficiosa. Con Mínguez, actual secretaria general del grupo parlamentario socialista en el Congreso y procedente del PSC, y López, se pretende reforzar la voz del partido en un momento crítico en el que los altavoces no siempre han funcionado.
A la espera de su ratificación, la conexión entre Moncloa y Ferraz se mantendrá con la presencia de un buen número de ministros socialistas con asiento en la ejecutiva. Un total de siete. La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, vicesecretaria general, el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños; la portavoz del Gobierno y ministra de Educación y Deporte, Pilar Alegría; la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz; la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez; el ministro de Industria, Jordi Hereu, y el ministro de Transportes, Óscar Puente.
‘Operación Valencia’
A nivel de cuotas territoriales, Sánchez hace una firme apuesta por la ‘operación Comunitat Valenciana’ con vistas a intentar recuperar este territorio, ante un debilitado Carlos Mazón tras la gestión de la dana. El PSPV gana enteros con Torró, como ya lo hizo antes con la delegada del Gobierno en este territorio, Pilar Bernabé, a quien situó al frente de la secretaría de Igualdad tras el congreso federal. Torró dejará sus actuales funciones en el ministerio de Industria para centrarse en reconducir a la organización socialista hacia una salida, además de evitar así cualquier incompatibilidad del cargo con la responsabilidad institucional de gestionar subvenciones a empresas.
La segunda federación del PSOE cuenta asimismo con Alejando Soler, Arcadi España y Tania Baños con responsabilidades en la ejecutiva federal. Gana poder también la que es la primera federación, Andalucía, donde las elecciones se celebrarán como tarde en junio del próximo año y donde Sánchez se la juega, con María Jesús Montero como candidata. De este territorio proceden los dos de los tres adjuntos a la secretaría de Organización: Francisco Salazar y Anabel Mateos.
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