¿Diría que hay un exceso de suplementación en general sin control médico?
Sí. Aunque algunos suplementos tienen un perfil de seguridad bueno, tomar algo sin una finalidad clara ni valorar si se necesita, no es lo ideal. Lo primero es revisar los hábitos de vida: alimentación, descanso y ejercicio. Si esos pilares no están bien asentados, no tiene sentido recurrir a un suplemento como parche. El suplemento puede ser un complemento, nunca un sustituto.
Muchas personas toman por su cuenta magnesio, creatina, colágeno u omega 3. ¿Es seguro?
Depende. Hay suplementos con buena evidencia y seguridad, pero es importante individualizar. No es lo mismo una persona sana que alguien con enfermedad renal o problemas cardiovasculares. Por eso siempre recomiendo consultar con un profesional sanitario antes de iniciar cualquier suplementación, especialmente si hay alguna patología de base. A veces se busca en los suplementos lo que no se trabaja en el día a día, y eso no funciona.
¿Cuáles de estos suplementos tienen beneficios reales demostrados?
El más estudiado es la creatina. Tiene evidencia científica sólida en humanos desde hace años, tanto en rendimiento deportivo como en algunas funciones cognitivas, como la memoria. Es segura, siempre que se use bien y se adapte a cada caso. También el magnesio tiene estudios que muestran que puede mejorar el descanso o la recuperación muscular, aunque lo ideal es obtenerlo a través de la dieta. El omega 3 puede tener beneficios, especialmente si no se alcanza la cantidad necesaria con la alimentación. Pero no deben sustituir a la comida real, a una dieta variada ni a un estilo de vida saludable.
¿Hay una parte de marketing detrás de la moda de los suplementos?
Bueno… en este mundo hay marketing detrás de todo. El lado bueno es que pone el foco en la importancia de la alimentación y la salud. Pero siempre de forma consciente, sabiendo que si no cuidamos nuestros hábitos, difícilmente el suplemento tendrá impacto.
¿Pueden tener efectos adversos si se toman sin control?
Sí, aunque tengan un perfil de seguridad amplio, eso no quiere decir que sean inocuos para todo el mundo. Personas con problemas renales, cardiovasculares o de coagulación, por ejemplo, deberían consultarlo antes. También es importante asegurarse de que el suplemento es de calidad y contiene lo que dice la etiqueta.
La creatina, por ejemplo, está muy de moda entre los jóvenes deportistas.
Es un suplemento seguro en la mayoría de los casos, pero eso no quiere decir que se pueda tomar sin criterio. Lo ideal sería que un profesional valorase si es necesario y cuál es la dosis adecuada. Además, la calidad del producto es clave: hay que buscar suplementos con sellos de garantía y materias primas evaluadas clínicamente.
¿El magnesio sirve realmente para dormir mejor o reducir el estrés?
Hay estudios prometedores que apuntan a que puede ayudar en la calidad del descanso o en la percepción del estrés. Pero insisto: si seguimos una dieta equilibrada, normalmente podemos obtener suficiente magnesio sin necesidad de suplementarlo. En casos concretos puede tener sentido, pero no es algo que deba tomar todo el mundo.
¿Recomendaría el omega 3 de forma generalizada?
No. El omega 3 puede obtenerse con una dieta rica en pescado azul, que además nos aporta otros nutrientes interesantes. Solo en contextos donde la alimentación no permite alcanzar los niveles recomendados puede tener sentido suplementarlo. Pero no es para todo el mundo, y en algunos casos, como personas con problemas de coagulación, puede estar contraindicado.
¿A qué se debe el ‘boom’ de desinformación sobre estos temas en redes sociales?
Todo el mundo tiene un altavoz. Hay buenos divulgadores, pero también mucha información poco fiable. Por eso siempre recomiendo buscar fuentes con formación sanitaria y contrastar la información. Yo mismo, en mis redes sociales, intento divulgar desde la evidencia científica y con sentido común.
¿Hay algún suplemento especialmente de moda que le preocupe?
Más que un suplemento en concreto, lo que me preocupa es la calidad. Hay productos en el mercado que no tienen lo que prometen. Lo primero es asegurarse de que el suplemento esté bien formulado, con materias primas seguras y estudios que lo respalden. Y por supuesto, que tenga sentido en ese paciente concreto.
¿Hace falta más control en la venta y publicidad de estos productos?
No soy experto en legislación, así que prefiero no opinar. Pero sí creo que debería garantizarse que lo que se vende sea de calidad y que el consumidor tenga información clara y veraz. Ese sería un primer paso importante.
¿Hay algún suplemento que realmente valga la pena para una persona sana?
Si tuviera que decir uno, sería la creatina, siempre que esté bien indicada. Pero, honestamente, el mejor suplemento para cualquier persona sana son los hábitos: una buena alimentación, ejercicio físico, descanso y también relaciones sociales saludables. Todo eso tiene más impacto en nuestra salud que cualquier suplemento del mercado.