Reunión importante la que se ha producido este miércoles en clave blaugrana. El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, y el máximo mandatario de la UEFA, Aleksander Čeferin agendaron un encuentro para negociar la sanción por el ‘fair play’ financiero impuesta por el organismo europeo al club catalán, según ha informado ‘Tot Costa’ de ‘Catalunya Ràdio’.
Según desveló ‘The Times’, el Barça podría ser sancionado al haber incumplido por segundo año consecutivo sus normas financieras. También las habrían incumplido el Chelsea y el Aston Villa, aunque por primera vez, por lo que su sanción sería más leve.
La del Barça podría significar que el club blaugrana esté obligado a tener una plantilla más corta en la próxima edición de la Champions o la pérdida de puntos. Las sanciones a los dos clubes ingleses serían económicas. La sanción sería anunciada este mes de junio por parte de la UEFA, según el mismo medio de comunicación.
Una rebaja de la sanción
Hace unas semanas, se supo que El FC Barcelona había alcanzado un acuerdo con la UEFA para rebajar sustancialmente la sanción económica. La multa, que inicialmente ascendía a 60 millones de euros, se podría haber reducido a, aproximadamente, una tercera parte tras un pacto que recuerda al ya aplicado con otros clubes como el Chelsea, la Roma o el Fenerbahçe.
El punto de fricción entre el Barça y el organismo que preside Čeferin reside en la interpretación de determinados ingresos extraordinarios. Mientras que LaLiga permite al club computar como ingresos los fondos obtenidos mediante la venta anticipada de derechos televisivos, como los acuerdos con la empresa norteamericana Sixth Street o la venta parcial de Barça Studios, la UEFA adopta un criterio más restrictivo, por lo que no pueden utilizarse para cumplir con el fair play financiero.
Así, la UEFA solo valida tres vías de ingreso como aceptables dentro del marco de equilibrio financiero: los nuevos ingresos derivados del futuro estadio, la reducción salarial de la plantilla y la venta directa de jugadores. Todo lo demás, incluida la monetización de derechos a largo plazo, queda descartado como mecanismo válido para justificar el cumplimiento de las reglas financieras.
Las exigencias de la UEFA
La rebaja de la sanción, una práctica como decíamos habitual en la UEFA, viene condicionada por el cumplimiento de una serie de requisitos económicos durante los próximos tres años, periodo en el que el club deberá demostrar su capacidad para equilibrar ingresos y gastos sin recurrir a mecanismos que el organismo europeo considera no válidos a efectos contables, como las conocidas “palancas”.
El pacto alcanzado supone el compromiso a respetar una hoja de ruta clara en materia de equilibrio presupuestario, control de gasto y contención salarial. En este periodo, el Barcelona estará sometido a un control exhaustivo de su situación económica por parte de la UEFA, que en este caso, según la SER, aceptará los criterios de supervisión de LaLiga en cuanto a los movimientos de altas y bajas de jugadores y del límite salarial.
Así pues, este nuevo encuentro entre Laporta y Čeferin podría haber servido para limar asperezas entre el club blaugrana y la UEFA de cara a la nueva temporada, tal y como ya hubieran hecho durante en Lisboa durante la previa de la final de la Champions League femenina entre Barça y Arsenal.