La madre de la novia ha aparecido vestida de blanco, con un diseño nupcial que no ha pasado desapercibido.
Bahar ha sido la primera en decir lo que todos pensaban: “Eso que lleva es un vestido de novia. ¿Cómo se le ocurre ponerse ese vestido?”. Y aunque ha reconocido que era precioso, no ha podido evitar el asombro: “Es una detrás de otra con ella. Es su hija”.
Al verla entrar, Rengin tampoco no ha podido callarse. Se ha acercado a ella y le ha preguntado: “Señora Efsun, ¿es que se casa usted después?”. Y Efsun, fiel a su estilo, ha respondido con elegancia: “El destino lo dirá, señora Rengin”.
Doruk, al verla de lejos, ha confundido a Efsun con la novia. “Perdón, pensé que era la novia”, ha dicho. Pero lo peor ha llegado después: un problema con los canapés ha estallado: ¡el sacerdote que oficiaba la ceremonia se ha intoxicado con sus canapés!
La tensión ha subido y Bahar ha vuelto a intervenir: “No es lugar para esta conversación. Hay cámaras grabando”. Todo mientras Efsun, en su vestido blanco, intentaba disimular… que una vez más, lo ha vuelto a hacer.