David Cantero, una víctima más de la reprimida sociedad del franquismo

La entrevista venía siendo entrañable. La visita de David Cantero en Y ahora Sonsoles permitió que el presentador hiciera un bonito repaso a algunos de los momentos más curiosos de su carrera profesional en televisión, donde pasó 42 años tanto delante como detrás de la cámara. Cantero narró a Sonsoles Ónega algunas de sus anécdotas más curiosas como aquella vez que se le olvidó darle al botón de grabación en una entrevista al presidente de México, cuando todavía era cámara, o tiernos recuerdos como los que contó de las tardes con sus juguetes en los que los todos sus muñecos eran periodistas o trabajadores de alguna emisión televisiva, un vocación bien temprana. 

Sin embargo, esta bonita parte chocó con unos instantes en los que esta charla se volvió un tanto cruda y compleja cuando Cantero comenzó a contar otros recuerdos de su niñez no tan tiernos como esos ratos junto a sus juguetes. El presentador fue un niño nacido de una relación extramatrimonial. Un romance que derivaría en años de amor y una relación que duraría hasta el último de sus días. Ahora bien, en aquella época de visiones tan rígidas en las que los españoles vivieron de una forma tan oprimida, como el mismo Cantero cuenta, su madre era concebida como una prostituta por haber asaltado un matrimonio y su padre, incluso, podría haber sido culpado con un delito de adulterio, que en aquel entonces tenía hasta penas de prisión. 

Yugos de una época que también afectaría al pequeño David Cantero y que en esta entrevista explicó a Sonsoles Ónega algunas de las circunstancias que sufrió debido a ser un bastardo para el régimen.

Yo no tenía tarjeta de la Seguridad Social, no tenía libro de familia… Era hasta un problema apuntarme a un colegio

Tal y como detalló Cantero en la entrevista, sus padres se conocieron en un aeropuerto, donde se enamoraron perdidamente. Su padre, que era militar, pasó cinco años en la guerra del Congo, desde allí, según explica, mantenía a las dos familias, la que acababa de formar y la de su anterior matrimonio, mujer con la que compartía cuatro hijos. «En los primeros años de mi vida estuve junto a mi madre viviendo en un pequeño hotel, de una pequeña estación, de un pequeño pueblo. Vivíamos alejados de todo«, le explicaba Cantero a Sonsoles. 

A su vuelta a España tras la campaña en el Congo, durante un tiempo el padre de Cantero compaginó la vida con ambas familias pasando días en ambas casas. No fue hasta los ocho o nueve años del presentador que la situación de su hogar se estabilizó cuando su padre terminó yendo a vivir con ellos de manera definitiva, aunque intentando mantener la relación con los hijos de su anterior matrimonio. Cantero detalló que él vivió algunas de esas malas miradas que se daban en la época, porque la suya no era una circunstancia para nada bien vista en aquella sociedad y dejó caer que su padre también tuvo que aguantarlo.

Un testimonio que mostró la dureza de una sociedad que vivió continuamente limitada. Si bien, la entrevista no termino con este amargo sabor de boca, sino que el presentador también tuvo oportunidad de hablar de sus hijos y subrayar que lo más satisfactorio de su vida ha sido la paternidad. 

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