«En París no me quedo. Nos vamos a las afueras, a un bosque cercano para estar más frescos», cuenta Mathieu, un joven parisino que ha optado por el teletrabajo para huir del sofocante calor que azota la capital de Francia estos días.
Las autoridades han alertado de que el pico se registrará este martes con temperaturas que superarán los 41ºC en algunas zonas. Por eso, el Gobierno ha elevado la alerta en gran parte del país –naranja en más de 80 departamentos y roja en 16 zonas, incluido París–, tras registrarse el pasado lunes, la noche y el día más calurosos en un mes de junio.
Estas alertas conllevan el cierre «total o parcial» de 1.350 escuelas en todo el territorio, e instan a las empresas a fomentar el teletrabajo. Aunque no existe una legislación sobre la temperatura máxima para trabajar, más allá de los 33°C, se considera una situación que puede presentar un riesgo para la salud del trabajador, según el Instituto Nacional de Investigación y Seguridad.
Una ola de calor que también afecta a la ‘gran dama de hierro’. Los turistas que quieran visitar la Torre Eiffel estos días deberán conformarse con las plataformas inferiores, ya que las superiores permanecerán cerradas «debido a la actual ola de calor», según se puede leer en la web del operador.
Desde hace días, las autoridades no han dejado de mostrar su preocupación ante la llegada de temperaturas históricas. Hidratarse, resguardarse en lugares frescos y evitar hacer cualquier tipo de actividad en las horas de más calor son algunas de las recomendaciones que se pueden leer en marquesinas y pantallas en el transporte público y medios de comunicación. «Es un día especialmente caluroso, y la alerta roja tiene un significado: nos concierne a todos (…) y todos, no solo las personas vulnerables, debemos tener cuidado», insistía Catherine Vautrin, ministra de Trabajo y Salud, en la cadena TF1.
Esta es la 50ª ola de calor nacional registrada desde 1947, la 33ª del siglo XXI. La última alerta de esta magnitud en Francia se remonta a agosto de 2023 y en Île-de-France, la capital, es la primera vez en cinco años que se registran noches tan cálidas. Unos picos extremos de calor que en los últimos años han aumentado de intensidad y frecuencia.
Noches tropicales en la capital
«No conozco a nadie con aire acondicionado en París. Al menos, no de mi edad. Los edificios son muy antiguos y la instalación muy cara«, explica Olga, española residente en París, que entre risas comenta que los ventiladores de su pequeño apartamento se han convertido en la última noche en «sus mejores aliados».
Este lunes, París superó el récord de la noche más cálida, rozando los 30ºC a medianoche. Según los expertos, las noches tropicales en la capital se han intensificado en los últimos años, como consecuencia del ‘efecto isla de calor’.
Un efecto provocado por el asfalto que absorbe el calor y lo libera al final del día, lo que impide que las temperaturas bajen significativamente por la noche en las zonas urbanas.
Ante una nueva noche tropical, el ayuntamiento ha decidido dejar abiertos durante toda la noche los parques y jardines de los principales barrios de París. Además, ha habilitado espacios climatizados en todos los ayuntamientos de los distritos, que estarán abiertos hasta las 22.00, y ha publicado en su web 1.400 zonas frescas para ayudar a los residentes a sobrellevar el calor sofocante.
Aumento en las urgencias
Las altas temperaturas en Francia ya se han cobrado algunas víctimas. Cerca de 300 personas han tenido que ser tratadas este martes en la región de Niza. «El umbral de los 300 pacientes atendidos al día se superó mucho antes este año, a finales de junio. La realidad del calentamiento global ya está aquí y exige una movilización inquebrantable», escribe Christian Estrosi, alcalde de Niza, a través de X.
Ante la noticia, el primer ministro, François Bayrou, ha señalado que «los hospitales franceses están preparados» ante un «ligero aumento de casos de urgencia».
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