Ninguna de las explicaciones ofrecidas por el ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán convencieron al juez Leopoldo Puente, como prueba el hecho de que lo enviara a prisión tras responder a las preguntas que le formuló su abogado, Benet Salellas. El magistrado puso un cuidado especial en defender la verosimilitud de los audios grabados por el exasesor Koldo García Izaguirre durante años con diversos interlocutores, entre ellos, el propio Cerdán, de los que se desprende el papel «preeminente» en la presunta organización criminal dedicada al cobro de comisiones ilegales por adjudicaciones de obra pública que este presuntamente jugaba.
Entre los elementos que el juez utiliza para otorgar esa credibilidad a las grabaciones figura el nombre de los archivos utilizados por el exasesor del exministro José Luis Ábalos y su corroboración con otros indicios, como lo que le dijo poco antes a su entonces esposa, Patricia Uriz. Así señala que entre lo encontrado en el domicilio de Koldo figura el archivo con el título “Ferraz 74 2”, con una grabación desde las 14:08:21 horas del 22 de abril de 2019. A ello le suma que para conocer «la posible ubicación del lugar donde discurre la grabación, Koldo García informó 17 minutos antes del inicio de la conversación grabada a su esposa […] de que en cinco minutos llegaría a Ferraz”.
El magistrado explica que «por lo que a este audio respecta, la identificación como persona que intervenía junto a Koldo García en la conversación grabada resulta no solo de la semejanza con la que conocidamente corresponde a Santos Cerdán, sino que se toma en cuenta también que días antes ambos, Koldo y Santos, habían intentado concertar una cita y que, en efecto, el mismo día en el que tuvo lugar la conversación grabada habían acordado reunirse».
Añade que Koldo «se dirige, además, a su interlocutor como ‘Santi’, tal y como lo hacía en diferentes mensajes remitidos al mismo». Por si aún queda alguna duda, el magistrado explica que «el contexto de la conversación se vincula directamente con extremos acerca de los cuales», Koldo García y Santos Cerdán «habían intercambiado recientes mensajes de texto con referencia a las obras de Logroño y Sevilla», respecto a las que el ex número tres del PSOE reconoció haberse interesado por la proximidad a citas electorales locales. El magistrado deja notar que la justificación que ofrece obedece a un interés partidista antes que al de los ciudadanos.
Whatsapps como prueba
Puente enumera los indicios tomados en cuenta por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil para contextualizar los audios, fundamentalmente los mensajes de whatsapp que Koldo envió coincidiendo o en momentos anteriores y posteriores a estas grabaciones, que se contenían en los tres teléfonos móviles y la grabadora que fueron incautados en su vivienda.
Más allá de su contenido, el magistrado del Tribunal Supremo subraya las «muy significativas las circunstancias que determinaron» el hallazgo de todos estos dispositivos incautados en el domicilio del asesor del exministro Ábalos. Destaca, sobre todo, que los audios que señalan a Cerdán no son consecuencia de una intervención judicial de las comunicaciones de los investigados, sino que resultan de la voluntad de Koldo «por algún motivo no difícil de imaginar» de grabar dichas conversaciones primero y conservarlas después en su poder.
Ni IA ni edición
El juez rechaza una posible manipulación de las grabaciones mediante procedimientos vinculados al uso de la inteligencia artificial u otros equivalentes y que a juicio de la defensa podrían estar dirigidos a hacer aparecer «como intervinientes en la conversación a personas que, en realidad, no hubieran participado en ella». Tampoco encuentra razones para entender que hayan sido editadas, un extremo que además puede ser fácilmente acreditado o rechazado por los correspondientes expertos.
De hecho, y para tratar de invalidar estas pruebas, la defensa de Santos Cerdán ya ha anunciado que tiene intención de presentar una pericial sobre las grabaciones, cuyo resultado de momento es una incógnita. En todas las conversaciones grabadas participa Koldo, lo que le permite concluir al instructor del caso, «sin riesgo atendible en términos de razonabilidad», que fue el ex asesor ministerial quien las grabó y las conservó en su domicilio.
«En papel y se rompe», advirtió Cerdán
En suma, concluye Puente que no existen en este momento razones para sostener que las grabaciones se hayan manipulado para introducir en ellas a Santos Cerdán. Hacerlo, según el juez, no tendría además ninguna consecuencia favorable para el propio Koldo, «máxime cuando en dichas conversaciones también resultan contundentes indicios de criminalidad» contra él. En este punto, el juez destaca que el asesor investigado optó por acogerse a su derecho a no declarar al respecto de estas evidencias durante su comparecencia en el Supremo.
«No se advierte, en definitiva, razón alguna, siempre en los términos indiciarios que resultan propios de este momento de la investigación, para cuestionar que las mencionadas grabaciones se corresponden con conversaciones efectivamente producidas, cuyo contenido resulta en extremo elocuente, tanto que en una de ellas el propio Santos [Cerdán] reprocha a Koldo [García] con insistencia que de esos temas no se habla, se escriben en un papel y se rompe«, recuerda el juez. El magistrado también descarta que el exasesor pudiera ser algún tipo de agente provocador del delito, como sostiene la defensa.
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