El subdirector de El Mundo, Esteban Urreiztieta, analizó en el programa El Cascabel la estrategia judicial y política de Santos Cerdán, ex mano derecha del presidente Pedro Sánchez, en su reciente declaración ante el juez. La comparecencia, marcada por la respuesta exclusiva a las preguntas de su abogado y por mensajes políticos ajenos al caso judicial, ha desatado una oleada de críticas y la petición de ingreso en prisión incondicional por parte de la Fiscalía Anticorrupción.
La defensa de Santos Cerdán: mensajes políticos y una estrategia cuestionada
Durante su declaración ante el Tribunal Supremo, Santos Cerdán se presentó como una figura central en la legislatura de Pedro Sánchez, reivindicando su papel como «arquitecto» y principal interlocutor con los partidos independentistas. Sin embargo, esta autoproclamación no tiene relación directa con la causa que se investiga, pero busca dejar claro ante el tribunal su importancia en el gobierno, posiblemente para influir en una futura decisión judicial.
Además, en su intervención, Santos Cerdán implicó a otros actores políticos, como Pepe Blanco y Bolaños, y vinculó a su socio Antxon Alonso con la moción de censura que facilitó la llegada de Sánchez al poder. Estos mensajes, según Urreiztieta, no forman parte de su defensa técnica, que calificó de «catástrofe». La defensa intentó invalidar las grabaciones presentadas, argumentando posibles manipulaciones, pero el punto más delicado es el contrato oculto de 2016 por el que Santos Cerdán se convirtió en socio con un 45% de la constructora Servinabar, empresa que ha gestionado cerca de 30 millones de euros en contratos públicos.
Un escándalo monumental y una petición firme de prisión
El contrato firmado por Santos Cerdán, por una módica suma de 6.000 euros, lo vincula directamente con un negocio que ha recibido importantes adjudicaciones públicas. Según Urreiztieta, el ex dirigente reconoció haber firmado dicho contrato, pero alegó que no se ejecutó porque su esposa le aconsejó mantenerse en política y no en la empresa privada. A pesar de estas explicaciones, la Fiscalía Anticorrupción consideró ofensiva su declaración y solicitó su ingreso en prisión incondicional.
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El juez Leopoldo Puente también manifestó duras palabras durante la audiencia, sugiriendo que las mordidas vinculadas a la trama, que involucra a Santos Cerdán, Ábalos y otros, podrían alcanzar los cinco millones de euros, con indicios de que podría haber más personas físicas o jurídicas implicadas, incluso insinuando una posible financiación irregular del Partido Socialista.
Urreiztieta destacó que el juez tiene acceso a material en poder de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, lo que le permite afirmar con fundamento que surgirán más implicados. «Estamos ante uno de los mayores escándalos de la democracia española,» afirmó, comparándolo con otros casos históricos como la caja B del Partido Popular o el caso Bárcenas, pero con pruebas aún más contundentes, incluyendo grabaciones en las que se escucha a la cúpula socialista repartir dinero.
En opinión del periodista, resulta excepcional que un personaje de la relevancia de Santos Cerdán haya firmado un contrato tan comprometedor a su nombre sin intermediarios, lo que lo convierte en protagonista directo de esta «monstruosidad» y «animalada» que salpica la política española.

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La falta de acciones inmediatas tras la salida de Cerdán del Congreso, como registros domiciliarios o el clonado de su móvil, también fue objeto de crítica por parte de Urreiztieta, quien considera que esas medidas deberían haberse tomado de forma urgente.
Mensajes políticos con doble intención
En cuanto a la doble vía de la defensa —por un lado técnica para intentar desestimar pruebas y, por otro, política—, Urreiztieta interpretó los mensajes de Santos Cerdán como una forma de decir al Partido Socialista que aún posee información sensible sobre negociaciones clave y pactos con los independentistas.
Aunque se siente abandonado, quiso dejar claro su papel decisivo en la elaboración de la ley de amnistía y en la moción de censura que situó a Sánchez en La Moncloa. Según matizaba Ana Samboal, en su opinión, Cerdán «no lo hace para recibir agradecimientos, sino para advertir que sabe mucho y puede contar mucho.»
Finalmente, Urreiztieta considera que la defensa jurídica de Santos Cerdán y de otros implicados está siendo deficiente, con estrategias cuestionables y un intento evidente de jugar la baza política más que centrarse en la defensa técnica.