En una era Meriton marcada por la inestabilidad, el Valencia CF ha encontrado en Mosquera y Tárrega una pareja de centrales sólida y constante. Desde la llegada de Peter Lim al club, ninguna pareja de centrales había disputado tantos partidos en una temporada. Para encontrar un precedente similar hay que remontarse a la temporada 2014/2015 con Mustafi y Otamendi. La continuidad de dos centrales ha sido el deber pendiente del equipo valencianista estas últimas once temporadas.
La temporada 2014/2015 fue la primera de Peter Lim como máximo accionista del Valencia CF. Mustafi y Otamendi fueron la pareja de centrales indiscutible para Nuno Espírito Santo. El argentino disputó los 38 partidos de Liga, mientras que el alemán jugó 36. Su rendimiento y regularidad ofrecieron una seguridad defensiva que no volvería a repetirse en las siguientes temporadas.
El verano siguiente marcó el inicio del declive en el eje de la zaga. Otamendi se marchó traspasado por 44,5 millones de euros y llegaron Abdenour y Aderllan Santos, fichajes millonarios que no estuvieron a la altura. Ninguno logró asentarse como titular indiscutible. Abdenour disputó 29 partidos y Aderllan 27, alternándose sin convencer al entrenador.
El Valencia vendió a Mustafi en la temporada 2016/2017 y con la salida del único central que estaba demostrando nivel, el club se vio obligado a firmar a dos defensas. Mangala y Garay fueron los dos centrales elegidos. Aunque ambos eran la pareja recurrente, no transmitían a la afición la confianza y seguridad que si lo habían hecho Mustafi y Otamendi. La temporada 2017/2018 fue en la que más repartidos estuvieron los minutos en la defensa. Cuatro futbolistas jugaron más de 15 partidos en liga en lo que fue la primera temporada de Marcelino como entrenador. Paulista y Garay partían como favoritos para ser los titulares, pero las lesiones del argentino hicieron que Murillo y Vezo jugarán más de lo previsto.
En la 2018/2019, el Valencia CF ficha a Diakhaby, pero sigue sin haber una pareja de centrales clara. Paulista es fijo y junto a él se van turnando Garay y el reciente fichaje. La temporada acaba siendo un éxito, el Valencia entra en Champions League y gana la Copa del Rey, pero sigue sin haber dos centrales que den estabilidad al equipo.
La 2019/2020 es un pequeño rayo de luz en el rompecabezas de la defensa valencianista. Tras cuatro temporadas en las que el equipo no encontraba dos defensas que tuvieran continuidad juntos, la pareja Paulista-Diakhaby comienza a formarse. Garay, en su último año en el club, fue el encargado de cubrir al francés cuando no estaba en forma.
La siguiente temporada fue en la que Diakhaby se situó como titular indiscutible junto a Paulista. Aunque el rendimiento del francés no fue malo, su titularidad estaba más basada en la falta de competencia que en su nivel. En la 2021/2022 llegó cedido Alderete, que rindió a gran nivel cubriendo las ausencias de Paulista, formando junto a Diakhaby una pareja titular más o menos estable. Sin embargo, el club no ejerció la opción de compra, y en la 2022/2023 se apostó por Cenk y Cömert, quienes acumularon 21 y 25 partidos respectivamente, pero sin ofrecer el nivel de Alderete.
La temporada 2023/2024 fue el despegue de Mosquera en el primer equipo. El canterano disputó 36 partidos en liga emparejado con Diakhaby y Paulista. Diakhaby iba a ser el central titular, pero las lesiones, especialmente la grave sufrida contra el Real Madrid, le apartaron de los terrenos de juego durante buena parte del curso.
Finalmente, en la última temporada, se ha consolidado la pareja ilusionante Mosquera-Tárrega. Ambos han sido la primera opción tanto de Baraja como de Corberán. Su rendimiento, juventud y entendimiento en el campo han devuelto estabilidad a una línea que llevaba años sumida en la incertidumbre.
La continuidad de la pareja está en peligro ante los rumores de una posible venta de Mosquera. La salida del canterano obligaría al Valencia ha reconstruir, una vez más, la zaga titular. Sería una vuelta al ciclo de improvisación defensiva que ha marcado las últimas once temporadas bajo la propiedad de Peter Lim.