Daniil Medvedev protagonizó la noticia del día y probablemente del torneo pese a ser solo el primer día de competición al caer ante el francés Benjamin Bonzi (7-6 (2), 3-6, 7-6 (3) y 6-2) y ser el primer gran nombre del cuadro en despedirse.
12 dobles faltas y un porcentaje horrible con su primer servicio condenaron al tenista ruso que se despide a las primeras de cambio y cae, como mínimo, hasta el número 14 del ranking, aunque casi con total seguridad acabará fuera del Top 15 al final del torneo.
Fallón en los momentos clave, Medvedev cae nuevamente en una primera ronda de Grand Slam como ya hiciera hace apenas un mes en Roland Garros, aquella ocasión ante Cameron Norrie.
Semifinalista el año pasado, donde ganó al número uno mundial, Jannik Sinner, el ruso consuma un nuevo desastre en su carrera, que empieza a estar muy lejos de aquel Medvedev que fue campeón de Grand Slam.
Finalista en Halle, llegaba a Wimbledon con esperanzas de cuajar nuevamente un gran papel, además en una parte del cuadro sin demasiados peligros hasta las rondas avanzadas, pero no pudo aprovecharse de ello.
Es la séptima vez en la carrera del ruso que se despide en el debut en el segundo grande.