Este año, la tendencia mayoritaria de las empresas para teñir las redes con la bandera LGTB por el Día del Orgullo se ha reducido. La tendencia, asociada a veces con el rainbowashing, se ha reducido en un contexto de retroceso global en la reivindicación de determinados derechos. En el Mundial de Clubes se vive una tendencia similar. La FIFA siempre ha lanzado mensajes claros en contra de la discriminación, pero desde que Qatar 2022 ha decidido modelar campañas globales. En el Mundial que coronó a Argentina, solo algunas selecciones como Alemania decidieron dar el paso para denunciar las condiciones que se daban en el país anfitrión.
Mensajes por el Día Internacional contra los Discursos de Odio
La limitación de la exhibición de según qué símbolos no es una cuestión exclusiva de Oriente Próximo. En la cita que se celebra en EEUU se dio una excepción el 18 de junio, cuando se celebró el Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio. Fue el día que debutó el Real Madrid contra el Al Hilal de Arabia Saudí, que acogerá el Mundial 2034 en una situación de una neutralidad que no es tal. Porque el mero hecho de posicionarse orienta el significado de las acciones tomadas por la FIFA, que exhibió ese día mensajes en contra de la discriminación después de la denuncia de un sector de la prensa estadounidense.
«Quizá algún día las acciones de la FIFA respaldarán sus grandilocuentes discursos sobre la lucha contra el odio y la discriminación. Pero hoy no es ese día. Un mes después de que Gianni Infantino dijera que el racismo y la intolerancia eran una lacra tan grande para el fútbol que quienes los cometieran merecían penas de cárcel, el organismo parece haber extraviado los mensajes que solían ser un pilar de sus campañas contra la discriminación. Los anuncios en las pantallas gigantes y pancartas en el campo, los mensajes por megafonía, las publicaciones en redes sociales… no hay rastro de ellos en el Mundial de Clubes», denunciaba en USA Today la columnista Nancy Armour.
Cabe recordar que el Mundial de Clubes empezó a jugarse en medio de las protestas contra las redadas realizadas por los servicios de inmigración de EEUU. Esto provocó disturbios y la activación de un toque de queda en Los Ángeles, donde estuvieron concentrados equipos como el Atlético, que apenas pudieron salir de su hotel en los primeros días. Activistas de distintos colectivos criticaron a la FIFA por su equidistancia ante lo que estaba sucediendo en el país, sobre todo porque en Europa y otros territorios sí mantienen programas activos para denunciar la discriminación.
La FIFA defiende su «tolerancia cero con la discriminación»
Un portavoz de la FIFA, en declaraciones recogidas por el local The Athletic, aseguró que el organismo «mantiene una postura firme de tolerancia cero contra todas las formas de discriminación y racismo. Este compromiso se reforzó recientemente con la aprobación unánime del nuevo Código Disciplinario de FIFA, que introduce sanciones más severas y multas económicas más altas, como se informó al 75.º Congreso de FIFA en Asunción, en mayo de 2025». Durante el Mundial de Clubes solo se ha registrado en el campo un incidente asociado a esta tipología.
En el tramo final de partido entre el Pachuca y el Real Madrid, Rüdiger denunció que el argentino Cabral le profirió insultos racistas. El capitán del equipo mexicano se defendió diciendo que le había llamado «cagón de mierda». Se abrió una investigación de la que no hay más información hasta el momento. Según fuentes de los sindicatos de jugadores profesionales, ninguno fue informado de acciones específicas en un país donde el clima político está dominado por la persecución de lo que se ha dado en llamar como ‘wokismo’, palabra despectiva para englobar determinados postulados progresistas entre los que se incluyen la defensa de los derechos LGTB o el feminismo.
Estas cuestiones sí aparecieron en un acto comentado que tuvo lugar en el Mundial de Clubes, con la Juventus como protagonista. El equipo ‘bianconero’, propiedad de la familia Agnelli, dueña de una de las automotrices con más influencia en EEUU (Fiat Chrysler Automobiles), visitó a Donald Trump en la Casa Blanca. «¿Podría una mujer formar parte de vuestro equipo, muchachos?», preguntó el presidente de los EEUU a la expedición de la Juventus, acompañada por Gianni Infantino, íntimo amigo suyo.
Las hinchadas de la MLS contra las políticas de Trump
Los jugadores se miraron unos a los otros sin saber que responder, hasta que Damien Comolli, director general del club, contestó: «Tenemos un muy buen equipo femenino». Una salida tangencial para evitar problemas, porque la pregunta tenía que ver con la participación de deportistas trans en competiciones femeninas. Algo con lo que Trump, y también otros atletas, está frontalmente en desacuerdo. La situación que se vive en EEUU es tensa, hasta el punto de que llegó a difundirse una falsa noticia sobre que la MLS había prohibido exhibir banderas arcoíris en sus estadios durante el Mundial de Clubes.
Nada más lejos de la realidad, porque la competición de ‘soccer’ y sus equipos son, en su mayoría, portavoces de aficiones que, a diferencia de lo que ocurre en el fútbol americano o el béisbol, son un altavoz antirracista y antihomofóbico. Las hinchadas encarnan por definición estos postulados. Así, por ejemplo, en la grada de Seattle Sounders, que estuvo en el grupo del Atlético, se vio una bandera que decía: «Protect Trans Kids» («Protejan a los niños trans»). Lleva colgada desde 2019 en el Lumen Field, cuando la administración Trump lanzó una ola de leyes que limitaban los derechos de este colectivo.
El grupo Emerald City Supporters, núcleo activo de la hinchada de Seattle, fue el impulsor de esta reivindicación. El club pensó en retirarla, pero la bandera apareció más recortada, como se ve actualmente. Finalmente, los Sounders se alinearon en 2023 con su hinchada y lanzaron una bufanda oficial con el mensaje de uno de los pocos símbolos que rompen la neutralidad de un Mundial concebido desde el político mensaje de no mezclar política y deporte. Dos ámbitos íntimamente relacionados en un deporte de poder.