Kashkari (Fed) ve «posible un primer recorte de tipos en septiembre»

Primero fue el gobernador de la Reserva Federal (Fed), Christopher Waller, luego su colega Michelle Bowman y, ahora, le ha tocado el turno a Neel Kashkari, presidente del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis. De este modo, ya son tres las voces en el seno del banco central estadounidense las que abogan por un recorte de tipos en septiembre.

En un ensayo publicado por la entidad de Minesota, el banquero central ha explicado que «desde marzo, hemos visto cómo se anunciaban aranceles mucho mayores de lo esperado y luego se retiraban modestamente, lo que sugiere que es probable que se avecine un aumento de la inflación».

Al mismo tiempo, según ha agregado, los datos de inflación reales han ido mostrado un nuevo progreso hacia el objetivo del 2%. «Estas señales opuestas me han llevado a mantener mi perspectiva de dos recortes en lo que resta de 2025, lo que implica un posible primer recorte en septiembre, a menos que ocurra algún desarrollo sorprendente antes de esa fecha».

En este sentido, Kashkari ha detallado que si tuvieran que hacer un recorte en septiembre y luego los efectos de los aranceles aparecieran este otoño, «creo que no deberíamos estar en un curso de flexibilización preestablecido«. «Si los datos lo permitieran, podríamos mantener la tasa de política monetaria en el nuevo nivel hasta que obtuviéramos una mayor confianza en que la inflación vuelve a nuestro objetivo».

Por otro lado, el presidente de la Fed de Minneapolis, ha afirmado que los responsables de la política monetaria han estado debatiendo si los aranceles provocarán un aumento único del nivel de precios o un impacto más persistente en la inflación.

«El primer resultado sugiere que la política monetaria debería mirar más allá del impulso temporal a la inflación; el segundo sugiere que la política debería priorizar mantener ancladas las expectativas de inflación», ha dicho.

No obstante, ha enfatizado que en los últimos dos meses, los datos oficiales de inflación han mostrado un progreso hacia el objetivo del 2%, mientras que la demanda subyacente ha parecido sólida, revelando solo una modesta huella de los efectos de los aranceles en los precios, la actividad o el mercado laboral.

Entonces, se pregunta «¿por qué la guerra comercial aún no ha aparecido en los datos? Veo dos explicaciones probables: los efectos económicos de la guerra comercial se retrasan o las empresas están encontrando formas de evitar los aranceles».

Con todo, Kashkari ha dejado claro que «deberíamos poner más énfasis en la inflación real y los datos económicos que estamos observando, sin comprometernos con una senda de flexibilización en caso de que los efectos de los aranceles simplemente se demoren».

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