Este fin de semana se han batido numerosos récords por altas temperaturas, entre ellos la máxima absoluta del mes de junio en España: el sábado, con los 46 ºC registrados en la localidad onubense de El Granado. Esta cifra superó la anterior plusmarca de Sevilla en más de medio grado (45.2 ºC), que estaba vigente desde el año 1965. La ola de calor está confirmando su carácter excepcional, bien previsto por los modelos meteorológicos, cuya objetividad inherente, porque no son otra cosa que ecuaciones y casuística, estos días ha sido puesta en tela de juicio por un grupo amplio de haters. Ahora hay una ‘Triple Entente’ que puede llegar a socavar, a ojos del público, la credibilidad de la ciencia y sobre todo de un medio o profesional dedicado a la meteorología y climatología.
Por un lado está una Tierra exacerbada, que bate récords con una cadencia no vista hasta hace apenas unos años. Hay plusmarcas continuas por calor, lluvias e incluso por nieve, que conlleva lanzar noticias sobre fenómenos inusuales con una cadencia bastante alta.
Después encontramos las publicaciones de muchos medios que diariamente, por aumentar el tráfico, lanzan noticias con titulares exagerados y sin rigor ni ética, rellenando con supuestos hitos días de lo más ramplones.
Y por último, están los usuarios de las redes sociales con un sesgo muchas veces político o abonados a la conspiración, muy ruidosos, que usan el amarillismo de unos pocos como arma arrojadiza contra los comunicadores que trabajan con modelos e información veraz. Con eso ganan ‘likes’. Y si no tienen referencias, se las inventan.
Ante estas circunstancias, los límites entre la información verdadera y falsa se emborronan y crean un caldo de cultivo ideal para esas tribus que aprovechan los puntos muertos para construir sus medias verdades, a base de retales. La más numerosa últimamente es la negacionista, que dedica mucho tiempo a desacreditar estudios científicos y pronósticos que hablan de riesgos para la población. El problema de esto es que crean dudas y llaman a la inacción, tanto en el corto plazo (la meteorología) como en el largo (la climatología). Así los fenómenos de impacto cogen a muchos desarmados.
Estos días una horda de usuarios viene hablando de temperaturas normales cuando son justo lo contrario, y además muy estridentes. Como usuarios de redes sociales y prensa digital es importantísimo separar la paja del grano. La información se debe contrastar y, ante la duda, siempre hay que dar credibilidad a las predicciones oficiales y procedentes de medios especializados. Como responsable de la redacción de uno de ellos, Meteored (tiempo.com), les aseguro que el proceso de elección y redacción de las noticias es muchísimo más inocuo de lo que muchos piensan. Ni agendas, ni sobornos, ni leñes.