El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado este viernes que suspende todas las negociaciones comerciales con Canadá después de que el país haya decidido adoptar un impuesto a los servicios digitales, lo que penalizaría a las multinacionales estadounidenses. Esta decisión la ha anunciado minutos después de haber vuelto a asegurar que haría pagar a España el 5% que la OTAN acordó en Defensa.
«En base a este atroz impuesto, por la presente ponemos fin con efecto inmediato a todas las conversaciones comerciales con Canadá. Haremos saber a Canadá el arancel que pagará por hacer negocios con los Estados Unidos de América en los próximos siete días», ha explicado en una publicación en su red social, ‘Truth Social’.
Además, el mandatario republicano ha acusado a la nación vecina de «copiar» a la Unión Europea con dicho tributo y de «atacar de forma directa y descarada» a los intereses norteamericanos en general y a los de sus empresas tecnológicas en particular.
Encontronazo con España por el gasto en Defensa
Trump no ha dudado tampoco en seguir con sus amenazas hacia España, ya que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado su negativa a dedicar el 5% del PIB a gastos militares. Así, ha asegurado que está absolutamente convencido de que España cumplirá con el compromiso de gasto del 5% a la OTAN: «España no ha cumplido pero lo hará. Por cierto, garantizado que lo hará. Era el único país que, de alguna forma, intentó evitar poner el dinero», ha manifestado el presidente de Estados Unidos en rueda de prensa.
El pasado miércoles, el republicano llegó a amenazar a España con castigos comerciales por sus reticencias a elevar el gasto en defensa, pero ahora celebra que la mayoría de países aceptara sus exigencias: «La OTAN ha demostrado un gran respeto por nuestro país». «Hemos conseguido algo que nadie veía posible: pasar de un 2% a un 5% de financiación», ha añadido el presidente, quien estima «un billón de dólares más al año» en concepto de gasto merced a este acuerdo.
«Nos estamos llevando muy bien con muchos de esos países. Vuelven a respetarnos de nuevo, cuando hace seis meses eso no ocurría», ha concluído al respecto el presidente estadounidense.
Descarta suavizar sanciones a Irán
En otro orden de cosas, Donald Trump ha afirmado también este viernes que ya no contempla suavizar las sanciones a Irán para dar una oportunidad al diálogo ante el discurso de «odio» pronunciado el jueves por el líder supremo, Alí Jamenei, a quien ha asegurado que «salvó» en el último conflicto porque «sabía exactamente dónde se escondía».
«Le salvé de una muerte muy fea y humillante y no tiene por qué decir: gracias, presidente Trump», ha declarado el inquilino de la Casa Blanca, que ha recriminado de manera particular a Jamenei que dijese que Irán había «ganado la guerra» cuando «sabe que es una mentira». «Se supone que un hombre tan creyente no debería mentir», ha añadido.
Así, Trump ha insistido en Truth Social en su tesis de que las instalaciones nucleares iraníes quedaron «destruidas» por los bombardeos y que, «en un acto final», él mismo logró que Israel hiciese retroceder aviones militares con los que «quizás» pretendía lanzar «un último golpe» sobre Irán.
Este último ataque, según Trump, habría causado «enormes daños» y la muerte de «muchos iraníes». «Iba a ser el mayor ataque de la guerra, de lejos», ha añadido el presidente, que apenas unos minutos antes había advertido en rueda de prensa de que no descartaba lanzar una nueva operación sobre Irán si reactivaba su programa nuclear.
Trump ha apuntado que un hipotético levantamiento de las sanciones habría facilitado a Irán la «recuperación» tras el conflicto, pero esta revisión se ha paralizado con efecto «inmediato». Irán, en palabras de Trump, es un país «sin esperanza», por lo que le ha recomendado repensar su estrategia para percatarse que «a menudo se consigue más con miel que con vinagre».
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