La Corte Suprema de Estados Unidos ha fallado que los padres pueden sacar a sus hijos de aquellas clases en las escuelas primarias del país que enseñen libros con temática LGTBI al entender que constituye un ataque a la libertad religiosa. Este dictamen llega el mismo día en el que la Corte Suprema ha limitado el poder de los jueces de distrito para bloquear las órdenes ejecutivas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La Suprema ha dictaminado que las escuelas no exijan a los alumnos la asistencia a clases relacionadas con este tipo de libros si los padres «expresan objeciones religiosas» al contenido. Con seis votos a favor y tres en contra, esta Corte ha respaldado la denuncia de padres de la junta educativa de Montgomery, que consideraba la inhabilidad de evitar clases con educación LGBTI una violación de la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos, protectora de los derechos religiosos.
«Es probable que los padres tengan éxito en su demanda de que estas políticas obstaculizan inconstitucionalmente su ejercicio religioso. El Tribunal ha reconocido desde hace tiempo el derecho de los padres a dirigir la educación religiosa de sus hijos», ha añadido el Supremo.
La mayoría conservadora del Supremo entiende, en este sentido, que «estos libros transmiten inequívocamente una perspectiva particular sobre el matrimonio igualitario y el género» y que la junta educadora está «instando específicamente a los docentes a reforzar esta perspectiva y a reprender a los niños que discrepen», algo que va más allá «de la simple exposición» a estos temas.
En una opinión disidente de la jueza liberal Sonia Sotomayo resaltó que “este resultado va a provocar caos en colegios públicos”. “Dada la gran diversidad de creencias religiosas en este país, interacciones incontables que ocurren todos los días en colegios públicos pueden exponer a los niños a mensajes que entran en conflicto con las creencias de sus padres”, añadió.
El caso se remonta a 2022, cuando padres se quejaron por la propuesta de la junta educativa de incluir libros de cuento con elementos LGBTI, incluyendo “Príncipe y Caballero” y “La boda del tío Bobby” como parte de un esfuerzo por reflejar mejor la diversidad del distrito. Inicialmente se afirmó que padres podían elegir si sus hijos estaban expuestos a estos libros o no, pero poco tiempo después se argumentó que esta medida sería demasiado difícil de implementar. Los padres defendieron que tienen el derecho de proteger a sus hijos de enseñanza que contradice sus creencias religiosas, algo que ha contado con el respaldo de la administración de Trump.
Por ello, tanto Trump como la fiscal general, Pam Bondi, celebraron la victoria de los padres este viernes, señalando que los padres han “perdido el control sobre los colegios”, pero que ahora lo van a recuperar. Junto con esta medida, también se ha visto bloqueada temporalmente otra orden ejecutiva que busca eliminar los programas de diversidad, equidad e inclusión de los colegios públicos.
Trump vs CASA
En otra decisión emitida por la Corte Suprema de Estados Unidos este viernes, se ha limitado el poder de los jueces de distrito para emitir requerimientos judiciales que se han utilizado para bloquear las ordenes ejecutivas de Trump. Enmarcado en un proceso judicial sobre la eliminación del derecho a la nacionalidad estadounidenses de hijos de inmigrantes sin papeles, este caso ha tenido la misma votación que el otro caso decidido este vienres. La mayoría conservadora ha concluido que “el brazo ejecutivo ha actuado ilegalmente” en emitir bloqueos que afectan a todo el país.
«Los tribunales federales no ejercen una supervisión general del poder ejecutivo», ha hecho saber la jueza, Amy Coney Barrett, en representación de la mayoría conservadora del tribunal. «Resuelven casos y controversias conforme a la autoridad que les ha otorgado el Congreso», añade. Por su parte, este dictamen no prohíbe la habilidad de jueces de distrito emitir requerimientos judiciales nacionales en su totalidad, pero sí limita su uso ya que solo se podrán emitir para proteger a individuos o grupos involucrados en el juicio, y no a cualquier individuo.
Trump ha afirmado que es “una victoria monumental para la Constitución y para la separación de poderes” , mientras que Bondi ha zanjado que “los jueces han intentado apoderarse del poder del brazo ejecutivo”, permitiendo que estos se conviertan en “emperadores”, algo que “ya no pasará”.
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