Se trata de unas pastillas muy comunes en nuestra casa, que podemos dejar fácilmente encima de la mesa si no nos encontramos del todo bien y que puede llevarnos a un disgusto mayor si convivimos con gatos, pues para ellos son mortales.
Así lo ha compartido en un vídeo ilustrativo el farmacéutico detrás de la cuenta «Farmacia enfurecida» refiriéndose al paracetamol. No obstante, no es el único medicamento que puede matar a un gato: la aspirina y el ibuprofeno también resultan mortales para nuestros felinos.
La razón por la que, por muy pequeña que sea la dosis, estos analgésicos son mortales para los gatos se debe a que su hígado no es capaz de metabolizarlos de forma adecuada. Basta una paqueña dosis que puedan ingerir, por ejemplo, si dejamos una pastilla sobre la mesa y juguetean con ella para darle patadas y mordirquearla, como suelen hacer con objetos pequeños, para acabar en el veterinario de urgencia o, aun peor, sin nuestro peludo.
Por ello, para evitar accidentes, desde diversos centros veterinarios como el Hospital Veterinario Gattos aconsejan: no dejar pastillas sueltas a mano, guardar los medicamentos en un lugar seguro y fuera de su alcance y preferiblemente en cajas que no puedan abrir dentro de armarios, puesto que sabemos que los felinos suben y se cuelan por donde les apetece. Botes y tarros que no puedan abrir son la mejor opción para guardar estas pastillas.
Reconocer los síntomas
Los efectos del medicamento comienzan a aparecer sobre las 24 horas tras la ingesta de estos antiinflamatorios: la situación se agravará según la dosis ingerida y el tiempo que haya pasado tras tomarlos.
- Vómitos (en ocasiones con sangre)
- Convulsiones
- Respiración rápida/jadeos
- Diarrea o heces de color negro
- Dolor abdominal (notarás que tu gato no se mueve, está apático y no quiere comer)
- Hemorragias
- Pérdida de apetito
- Desorientación
- No quiere jugar
- Sus mucosas pálidas, amarillas o azules
Si sospechas que tu felino ha ingerido alguno de estos medicamentos o presenta alguno de estos síntomas, llévalo inmediatamente a un centro veterinario.