Cuando la Policía Nacional presentó ayer detenido en el Juzgado de Guardia a un profesor del colegio zaragozano de Corazonistas tras las cinco denuncias por agresión sexual referidas por sendos alumnos de Educación Infantil, lo hizo de la mano de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) con un prolijo atestado que refleja cómo han avanzado las pesquisas desde el pasado viernes. Se trata de un documento en el que los agentes reflejan una decena de interrogatorios que han practicado en los últimos días, entre ellos, a la madre del primer niño que habló de estos episodios. Pero entre ellos todavía no figuran las entrevistas a los menores aunque, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, los investigadores consideran «de vital interés» que sean explorados en sede judicial para «salvaguardar la integridad y bienestar» de los alumnos.
Y es que ninguno de los cinco niños han sido interrogados en dependencias policiales para «evitar nuevas modificaciones en el relato» y «una mayor victimización» al tratarse de menores de «tan corta edad» cuyo recuerdo es «lábil», y ellos mismos, «fácilmente sugestionables». También aluden a la «la presión a la que están siendo sometidos con motivo de los hechos investigados», una de las pocas valoraciones que hacen los agentes en el documento remitido en la tarde este martes al Juzgado de Instrucción número 7 al que ha tenido acceso este diario. Es, precisamente, un atestado del que se dará traslado al Juzgado de Instrucción número 3 al tratarse del órgano judicial que se encontraba en funciones de guardia cuando el pasado viernes se tuvo conocimiento de estos mismos hechos.
Junto a estas consideraciones de carácter policial también hacen los agentes una valoración del papel que ha adoptado el equipo directivo del colegio, de quien destacan la celeridad en su toma decisiones. «Es importante destacar que desde el colegio se han adoptado de inmediato medidas cautelares para apartar al investigado del entorno escolar mientras dure la investigación con el objetivo primordial de garantizar la seguridad y el bienestar de los alumnos y la comunidad educativa en general», se desprende de la investigación.
Cronología de hechos
Es el resultado de todas las averiguaciones policiales y de las diez entrevistas que han mantenido los investigadores en los últimos cinco días. Primero interrogaron la tarde del 20 de junio a la madre del niño que, a lo largo de la tarde del día de antes, le transmitió estos «juegos» de naturaleza sexual en cuyos detalles no abunda este diario para salvaguardar la privacidad de los pequeños. «(La madre) decidió que si el menor volvía a repetir su juego, le dejaría continuar a ver dónde llegaba y por qué», consta en el acta de declaración de la primera denunciante.
Fue el punto de partida para que los padres de otro niño le llevaran de madrugada a Urgencias del hospital Universitario Miguel Servet e igualmente interpusieran la correspondiente denuncia esa misma tarde. La tercera denuncia se tramitó el día 22 después de que los mismos progenitores le hablaran a la menor de este tema al ser conocedores ambos de la situación a través del grupo de WhatsApp de clase. El día 23 se interpuso la cuarta denuncia en los mismos términos que la anterior. Y todavía existe una quinta denuncia a pesar de que la madre en cuestión se quedó «tranquila» con las respuestas de su hija, según explicó a los investigadores de la UFAM en las dependencias de la comisaría Actur-Rey Fernando.
A las cinco denuncias de sendos progenitores se suman además los interrogatorios practicados a otros cinco trabajadores del colegio, entre ellos, el director, tres profesoras de Educación Infantil y una monitora escolar del comedor. El director del colegio, por ejemplo, prestó declaración el día 22 para aclarar que ya había apartado al docente del centro educativo aunque se lo iba a notificar «formalmente» el día 23. Entonces ya les relató que este profesor de 50 años había ejercido de coordinador de Educación Infantil hasta hace dos cursos, de ahí que en estos momentos desarrollara funciones de apoyo con menores que presentan «dificultad de aprendizaje» en esta misma etapa escolar.
Apenas 24 horas después de conocer estos datos la Policía detuvo al docente, que quedó en libertad provisional sin que el titular del Juzgado de Instrucción número 7 adoptara ninguna medida cautelar. Así lo había solicitado la fiscal al interesar la retirada del pasaporte o la adopción de órdenes de alejamiento hacia el colegio y los niños, y a ello se negó el abogado defensor del encausado, el letrado Marco Antonio Navarro.
