Manuel Hermoso era una persona «con un carácter sencillo y humilde» y, «por expreso deseo de la familia», los actos funerarios oficiales tras su fallecimiento el pasado 17 de junio han llevado ese sello de «austeridad y sobriedad», lejos de fastos y boatos oficiales. Así lo aseguró el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, momentos antes del inicio de la misa en memoria del expresidente y exalcalde de Santa Cruz de Tenerife que se celebró en la Iglesia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción de la capital tinerfeña, popularmente conocida como la ‘Catedral de Santa Cruz’.
Un acto religioso oficiado por el obispo de la Diócesis Nivariense, Eloy Alberto Santiago, que fue asistido por el obispo auxiliar de la Diócesis Canariense, Cristóbal Déniz, y al que acudieron cientos de personas y numerosas autoridades autonómicas, insulares y locales. Entre ellas, el expresidente Paulino Rivero, ausente en el funeral oficial celebrado el 18 de junio porque se encontraba fuera de Canarias.
Al igual que Clavijo, el expresidente Rivero destacó que Hermoso fue «una persona muy cercana y muy querida debido a su talante dialogante». Y, desde el punto de vista político, incidió en que «ideó una forma de hacer política diferente, en contacto directo con la gente, y ese modelo de trabajar barrio a barrio poco a poco se fue implantando en todos los municipios de Canarias porque era de justicia».
El bien común
Esta forma de ser del expresidente y exalcalde también fue resaltada por el obispo Santiago: «Se esforzó por el bien del pueblo cumpliendo su misión de hacer un mundo mejor, pensando en el bien de los demás, tanto en su acción en la ciudad como en todo el Archipiélago».
Por ese motivo, Clavijo insiste en que durante estos últimos ocho días «ha sido espectacular la cantidad de muestras de cariño que la ciudadanía ha dado a la familia después de tantos años, hasta el punto de que me han transmitido que estaban abrumados por tanta cantidad de cariño espontáneo que han recibido».
«Eso pone en valor, tantos años después de abandonar la política, que Hermoso deja una huella imborrable en Canarias, en Tenerife y en Santa Cruz».
Un «referente»
En parecidos términos, el actual primer regidor de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, afirmó que «era un referente para todos los que empezábamos en política», pues su carisma y cercanía propició «el mayor apoyo popular recibido por un alcalde de provincia en toda España, con 21 de 27 concejales».
Un respaldo fruto, para Bermúdez, «no solo de su visión de abrir la ciudad al mar, sino por poner los fundamentos de lo que es el Carnaval moderno, dando protagonismo a los grupos», en las carnestolendas que se celebran en la capital tinerfeña.
Además de cientos de chicharreros, al templo acudieron familiares, allegados y representantes institucionales y políticos de los partidos más representativos, aunque en el caso de Hermoso muchos de ellos unen a su condición de representantes públicos el hecho de ser amigos personales del expresidente.
Además de Clavijo, Rivero y Bermúdez estuvieron presentes Ana Oramas –que fue su estrecha colaboradora en el ayuntamiento y en el Gobierno y ahora es vicepresidenta del Parlamento–, José Miguel Ruano –vicepresidente del Cabildo de Tenerife–, el exfiscal general del Estado Eligio Hernández, el exdiputado Alfredo Belda –ahora miembro del Consejo Consultivo de Canarias–, el diputado de CC José Alberto Díaz-Estébanez, el consejero insular y exconcejal santacrucero Dámaso Arteaga o los periodistas Francisco Martín y Daniel Cerdán, excomisionado de Transparencia del Parlamento de Canarias.
«Calma y elegancia»
También asistió la consejera de Sanidad del Gobierno, que ha sido nombrada recientemente secretaria general de CC en Las Palmas de Gran Canaria, y que resaltó «la calma y la elegancia» que tuvo Hermoso a la hora de «defender los intereses de Canarias» tanto frente al Estado como en la Unión Europea, «dos características que ahora hacen mucha falta en el panorama político» nacional.
Hermoso es el cuarto presidente que fallece en la Comunidad Autónoma –tras Adán Martín (2010), Jerónimo Saavedra (2023) y Lorenzo Olarte (2024)– y Canarias aún sigue improvisando las honras fúnebres, toda vez que el Gobierno regional solo puede decretar sobre el arriado de bandera a media asta en los edificios oficiales de la Comunidad Autónoma y poner un crespón negro en las que estén en el interior de los mismos. Ni siquiera los días de luto oficial autonómico obligan a los cabildos y ayuntamientos.
Acto oficial civil
Así las cosas, tampoco existe un acto oficial civil y no religioso para homenajear a los expresidentes. En este sentido, Clavijo adelantó que «lo cierto es que se nos han ido cuatro grandes y hablaré con los expresidentes que están vivos para mirar con cariño la posibilidad de hacer un acto como se merecen» los fallecidos. Al respecto, el expresidente Rivero recogió la idea de su sucesor en el cargo y afirmó que «no me parece nada mal hacer un acto de reconocimiento de las personas que han trabajado por el pueblo».
Hermoso expresidente de Canarias (1993-1999) y exalcalde de Santa Cruz de Tenerife (1979-1991) y fue el alma mater de la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), el partido que fue germen de las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC) y de Coalición Canaria (CC), la formación política que durante más años ha gobernado la Comunidad Autónoma.
Desde que falleció numerosos políticos de todo el espectro político han resaltado que Hermoso «fue un ejemplo» que, como afirmó el ministro Ángel Víctor Torres, «dejó su impronta en la política del Archipiélago».
Para todos aquellos que en estos días han hablado de Hermoso, y ayer mismo en los instantes anteriores a la celebración de la misa, quien también fue diputado por Tenerife en el Congreso (1986) y tuvo escaño en el Parlamento de Canarias (1987-1999), es uno de los principales constructores de Canarias tal y como es en la actualidad y no se entenderían las últimas cuatro décadas de evolución política, social y económica del Archipiélago y su encaje tanto dentro del Estado español como en la Unión Europea (UE) sin él. Posiblemente, hasta la existencia misma de CC no sería tal sin que la hubiera pilotado.
«Espero que al final no se me vea como una persona agresiva e indeseable, sino como a una persona que fue siempre un hombre de consensos, de búsqueda de soluciones, porque siempre he creído que en la vida lo que hace falta es ser positivo» dijo él mismo.
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