El sistema Start-Stop es una función que ya viene incluido de serie en la mayoría de vehículos nuevos que se fabrican en todo el mundo. Aunque este uso busca reducir el consumo de combustible y las emisiones contaminantes, cada vez más expertos del sector de la automoción están advirtiendo sobre sus efectos perjudiciales a largo plazo en el motor y otros componentes del vehículo.