Nvidia no encuentra techo. El fabricante de chips sube un 4% en Wall Street, hasta los 153,73 dólares, y marca nuevos máximos históricos. Este hito le ha permitido llevar su capitalización de mercado a los 3,75 billones de dólares para arrebatar el trono a Microsoft como la compañía más valiosa del mundo.
La empresa vive un momento dulce y sus acciones se han revalorizado alrededor de un 12% en junio, después de dispararse un 24% el mes pasado.
Y es que Nvidia sigue siendo la ‘niña bonita’ de Wall Street gracias al auge de la inteligencia artificial (IA). Con todo, si bien sigue siendo el líder indiscutible en unidades de procesamiento gráfico (GPU) que se utilizan para construir grandes modelos de lenguaje y ejecutar cargas de trabajo de IA, este año ha tenido que luchar contra varios frentes.
En primer lugar, la aparición de la IA china, DeepSeek, que llevó a los inversores a poner en duda su modelo de negocio y las ingentes cantidades de dinero destinadas al desarrollo de esta tecnología.
Pero, además, la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca se ha convertido en un nuevo golpe para Nvidia. La errática política arancelaria del presidente y, sobre todo, la decisión del Gobierno estadounidense de exigir una licencia para exportar a China, incluidos Hong Kong y Macao, los chips integrados H20, provocaron que la compañía comunicase un cargo de hasta 5.500 millones de dólares en sus resultados del primer trimestre.
Con todo, la empresa obtuvo en su primer trimestre fiscal 2026 un beneficio neto de 18.775 millones de dólares, lo que supone un incremento del 26% desde los 14.881 millones cosechados en el mismo periodo del año anterior.
De cara al próximo trimestre, Nvidia anticipa unos ingresos de 45.000 millones, una perspectiva que refleja una pérdida de ingresos por H20 de aproximadamente 8.000 millones de dólares debido a las «recientes limitaciones del control de las exportaciones».