Joaquín Prat era uno de las voces más queridas del momento. Hace 30 años que el presentador fallecía después de que un infarto de miocardio mientras grababa un programa le hacía ingresar en la UCI con pronóstico grave.
Su familia, en concreto, su hijo Joaquín y su esposa Marianne, no se separaron del presentador en ningún momento e iban informando a la prensa que se encontraba a las puertas del hospital de los avances en su estado de salud.
Hasta que un día, tal y como cuenta Marianne, acudió a la UCI y allí le dijeron que «no había más que hacer» y que el presentador estaba «muy mal». Su mujer recuerda ese día como una auténtica pesadilla en la que subió y bajó unas diez veces de la habitación al parking sin sentido y luego fue a su casa a por sus hijos, Joaquín y Alejandra.
Finalmente todos juntos pasaron las últimas horas de vida de Joaquín Prat hasta que finalmente fallecía a las seis de la tarde dejando a un país entero en una profunda tristeza.