La despedida de soltera de Seren ha comenzado como marca la tradición: con henna, vestidos rojos y un ambiente lleno de emoción. Pero todo ha dado un giro cuando Gülçiçek ha detenido el ritual. Según las costumbres turcas, solo una mujer casada y feliz puede iniciar la ceremonia de la henna y ninguna cumplía ese requisito.
La tensión ha crecido en ese momento. “¿Solo porque estamos solteras somos mujeres desesperadas?”, se han preguntado Bahar y Çağla. Y, entonces, ha llegado el momento de romper las reglas.
Çağla ha alzado la voz: “Soy soltera, no tengo hijos… ¡pero soy feliz!”. Una a una, todas han seguido su ejemplo. Porque no tener pareja o hijos no significa vivir en la infelicidad. Y ellas lo han dejado claro.
Al final, ha sido Çağla quien ha tomado la henna y ha iniciado el ritual como mujer soltera, libre y feliz. “A fin de cuentas, nosotras también podemos crear nuestras propias tradiciones”, ha explicado, mientras todas repetían el nuevo lema: “¡Cabeza alta!”