Parla ya no ha podido callarlo más. Después de tantas dudas, ha decidido romper su silencio. Le ha confesado a Rengin que Timur se ha acostado con Efsun, aunque, en realidad, solo se han dado un par de besos.
Al escuchar a su hija, Rengin se ha sentido desolada. Mientras tanto, en la mansión, Bahar y Evren han vivido su momento más íntimo. Después de todo lo que han pasado, se han entregado por primera vez.
Pero la felicidad no ha durado mucho… porque justo en el instante más inesperado, Umay ha llegado por sorpresa con su padre y ha encontrado la ropa de Bahar y Evren tirada en el suelo.
Y mientras todo se desmorona a su alrededor, Bahar ha comprendido que para reconstruirse, necesita dejar de cargar con lo que no le pertenece y ha entendido que su mayor libertad es soltar: “Porque la mayor victoria no es la venganza… Sino volver a confiar en la vida. Y la mejor venganza es estar bien contigo misma”.