Lo habitual en los conciertos es que los artistas efectúen un guiño al público local, como vestir la camiseta del club de la ciudad o realizar algún comentario sobre la localidad con el que se busca ganarse el favor de los espectadores. Pero Alan Parsons se puso el listón más alto en el espectáculo que ofreció ayer en el Palacio de la Ópera de A Coruña, ya que se puso a los teclados para interpretar unos compases de A Rianxeira, la popular canción gallega, lo que generó el fervor de quienes llenaban los asientos del auditorio. Y es que una larga carrera musical como la de este británico, quien trabajó para The Beatles y Pink Floyd, le permite dar con las claves para triunfar en todas partes.