Apenas tienen 15 años pero ya son capaces de entender cómo se diseña un satélite para lanzarlo al espacio y cómo almacena los datos para luego ser procesados en tierra. Lo han aprendido durante el transcurso de un proyecto de ingeniería espacial a pequeña escala desarrollado en el aula que les ha abierto las puertas a un mundo lleno de posibilidades tecnológicas y que además ha tenido reconocimiento. Laura Sánchez, Héctor Suárez, Roberto Carlos Camacho, Ismael Castellano, David de Vera, Flavio Rodríguez y su profesor Javier Vizcaíno han recibido el primer premio regional de la competición Cansat, organizada por Esero Spain – un proyecto educativo de la Agencia Espacial Europea para impulsar el interés por las ciencias y la tecnología- que en las islas gestiona el área Steam de la consejería de Educación del Gobierno de Canarias.
El equipo Orbital 28°N 16°W, que así se han hecho llamar estos estudiantes del IES El Tablero I Aguañac, ha participado en el desafío que consistía en crear y simular el lanzamiento de un satélite de un tamaño máximo de una lata de refrescos en el que debían encajar todos los sistemas de un satélite real y cuyo objetivo era tratar de medir la presión atmosférica y la temperatura. Y lo lograron: diseñaron una carcasa que imprimieron en una impresora 3D en la que introdujeron, conectaron y programaron todos los componentes.
Satélite diseñado por los alumnos del IES El Tablero I Aguañac. / LP/DLP
«Tiene una batería que le aporta energía, un microcontrolador, un sensor de presión y temperatura, otro sensor de temperatura y humedad,y un sensor CO2 para medir la calidad del aire», explica Héctor Suárez, portavoz del grupo, «a eso le añadimos la misión secundaria, que fue instalar un GPS para ver la posición del satélite en tiempo real y localizarlo cuando cayera, y también una tarjeta microSD para guardar los datos en caso de que fallen las comunicaciones». El diseño se completa con una antena para recibir los datos en tierra y con un paracaídas para frenar el impacto durante la caída; el tiempo que dura esa caída es el tiempo que tienen los alumnos para recopilar y analizar los datos.
Lanzamientos
¿Y cómo lo lanzan? El primer lanzamiento lo hicieron durante el campeonato de Canarias, celebrado en abril en Guía, con un dron que elevó el satélite a hasta los 100 metros de altura. Sin embargo, alzarse con el premio regional implicó un viaje hasta Ourense para participar en el campeonato nacional de Cansat y allí, tras hacer algunos ajustes al aparato, realizaron un lanzamiento en cohete que subió al satélite hasta los 640 metros de altura. Durante la caída recogieron datos que luego analizaron y alojaron en una página web de creación propia. En Galicia no lograron premio pero, explican, se quedan con la experiencia y con las ganas de volver a intentarlo el próximo año.
El desarrollo del proyecto no habría sido posible sin financiación. Y de eso también tuvieron que encargarse los propios alumnos y fue un trabajo de Ismael Castellano quien, explica, envió alrededor de 80 correos a empresas explicando el proyecto para conseguir patrocinador y logró el apoyo de Cajasiete. En la fase de Canarias, el instituto presentó otros dos equipos, el SPI, coordinado por la profesora Isabel Cosgaya, y el Tablesat, dirigido por Lorena Rivero; este último logró un premio honorífico.
La puesta en marcha de este proyecto en el aula ha reafirmado las vocaciones por las profesiones tecnológicas de varios de estos alumnos: Laura quiere estudiar ingeniería eléctrica o mecánica; Héctor un doble grado en ciberseguridad e inteligencia artificial y Roberto Carlos quiere ser ingeniero aeronáutico. Ismael, en cambio, opta por estudiar idiomas.
A su vuelta a la isla, los estudiantes también han visitado el Centro Espacial de Canarias, invitados por su director, el coronel Álvaro Martínez-Villalobos, quien junto a los ingenieros mostró a los alumnos todos los secretos que guarda la estación.
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