Numerosos habitantes de La Palma quedaron desconcertados la semana pasada cuando contemplaron en el cielo un aro oscuro, de aspecto gaseoso, que se desplazaba lentamente a través del cielo. No se trataba de una nube ni tampoco parecía humo de una hoguera. No respondía a nada conocido.
El escenario de este avistamiento fue la costa de Tijarafe, al atardecer, cuando el cielo, además, estaba despejado y el mar estaba en calma. A lo largo de un minuto, numerosas personas pudieron ver esta extraña formación y muchas pudieron grabarlo o fotografiarlos con sus móviles.
Y, sin embargo, no se trata de nada demasiado raro. Este anillo de humo consiste en lo que los científicos llaman un vórtice toroidal, es decir, una especie de remolino de gas que, cuando sale por una abertura redondeada, conserva esta forma y sale de ella formando un aro. Es parecido, en definitiva, a lo que sucede cuando un fumador forma con su boca esos anillos de humo.
Es algo que sucede en ocasiones durante erupciones volcánicas, y no faltan imágenes en internet que demuestra que se trata de un fenómeno no excesivamente infrecuente.
Imagen del anillo en La Palma / El Time
Ahora bien, ¿cuál fue el origen de este aro, es decir, de dónde salió? Esto es lo que aún está pendiente de explicación, aunque se han ofrecido varias hipótesis por parte de expertos. Estas explicaciones varían desde una explosión o un incendio industrial hasta un artefacto pirotécnico. El color claramente oscuro del anillo demuestra que había una alta temperatura en su origen, lo que induce a creer que pudieran ser materiales plásticos, combustible o similares. Es decir, posiblemente, tuviera un origen artificial en tierra firme.
