Una de las primeras cosas que hizo Pedro Sánchez el pasado lunes, cuando compareció en la sede del PSOE para comunicar los cambios provisionales en el partido tras la caída de Santos Cerdán por corrupción, fue dirigirse a las mujeres. “Quiero que sepan que los audios conocidos la semana pasada nos repugnan. Lo repito: nos repugnan. La falta de ejemplaridad, la zafiedad en las expresiones y el machismo que proyectan son absolutamente incompatibles con los valores feministas de esta organización y con nuestra identidad como partido. Por eso nos repugnan, nos apenan y nos indignan”, dijo el presidente del Gobierno y líder socialista.
Sánchez se estaba refiriendo a conversaciones como esta entre el exministro de Transportes y antecesor de Cerdán como secretario de Organización, y Koldo García, su mano derecha. Ambos imputados por su presunta implicación en la trama para el cobro de mordidas a cambio de obra pública, hablan de las mujeres en situación de prostitución como si fueran objetos intercambiables.
“A la Ariatna, que está bien, que está recién, está bien, está perfecta”, le dice García a Ábalos en abril de 2019, según el reciente informe de la UCO que ha colocado a Sánchez contra las cuerdas.
“Y la colombiana”, le contesta Ábalos.
G: “Y la colombiana nueva”.
Á: “Y la otra”.
G: “No, si yo quiero la otra también, pero era porque cambiaras tú. Pero a ti te gusta más Ariatna”
Á: “No sé, la Carlota se enrolla que te cagas”.
G: “Pues la que tú quieras. O Ariatna y Carlota, y a tomar por culo”.
En un partido que se dice feminista y abolicionista de la prostitución, con un importante caudal de voto de mujeres, este tipo de audios, sumados a los que plasman la gestión de comisiones fraudulentas, son “letales”, señala un histórico dirigente. También están provocando que sectores del PSOE, incluidos líderes territoriales con los que Sánchez ha estado contactando estos días, se empiecen a movilizar para que el sustituto de Cerdán y Ábalos en la Secretaría de Organización, el cargo que mueve los hilos orgánicos y mantiene la relación con los líderes territoriales, sea una mujer.
Unas «dinámicas distintas»
“Nos ha perdido la testosterona”, dijo en la misma reunión de la Ejecutiva socialista el responsable de Política Institucional y vicepresidente del Congreso, Alfonso Gómez de Celis, quien defendió la necesidad de que una mujer dé el salto a Organización y también un congreso extraordinario para acometer una remodelación a fondo, no solo ceñida al área que dirigían Cerdán y Ábalos, de la cúpula del partido.
“Hay que feminizar la estructura del partido en general. Una secretaria de Organización está bien para empezar a cambiar el modelo. Cuando entramos en espacios donde nos ha costado tanto entrar, las mujeres lo aprovechamos. Una secretaria de Organización con un equipo a su medida ayudará a aportar unas dinámicas distintas”, argumenta otra integrante de la Ejecutiva.
Pero no todos en la dirección del partido, y tampoco en el Gobierno, comparten que resulte imprescindible que el área de Organización sea asumida por una mujer, algo que solo ha ocurrido en dos ocasiones: Carmen García Bloise de 1979 a 1984 y Leire Pajín entre 2008 y 2010. “Hay que acertar. Lo más importante es que sea una persona limpia, completamente ajena a todo lo que estemos viviendo, y con autoridad. La presidenta [Cristina Narbona] y la vicesecretaria general [María Jesús Montero] son mujeres, así que tampoco pasaría gran cosa si el secretario de Organización vuelve a ser un hombre”, explica un tercer miembro de la cúpula socialista.
Los favoritos
Sánchez, un dirigente acostumbrado a los movimientos inesperados, que suele mantener en secreto sus nombramientos hasta el último momento, se reunió el pasado jueves con Narbona para perfilar los cambios, que se harán efectivos en el comité federal del próximo 5 de julio en Madrid. Nadie, por el momento, asegura saber nada a ciencia cierta sobre el paso que dará. Las quinielas, como siempre en estos casos, recorren a toda velocidad las conversaciones entre los cargos socialistas. Cuatro nombres se repiten más que el resto. Óscar Puente, ministro de Transportes y habitual látigo de la derecha; Félix Bolaños, titular de Justicia y hombre para todo de Sánchez; Francisco Salazar, actual secretario de Acción Electoral del PSOE; Pilar Bernabé, secretaria de Igualdad, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y aspirante socialista al Ayuntamiento de Valencia, y Montse Mínguez, secretaria de Trabajo en la Ejecutiva y secretaria general del grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados.
Sánchez y Narbona, la dirigente con la que el presidente está analizando los cambios en el PSOE, el pasado marzo en la sede del partido. / JOSÉ LUIS ROCA
Bernabé recibe estos días todo tipo de elogios, pero su hipotética candidatura para Organización, un puesto con un halo maldito tras los presuntos trapos sucios de Cerdán y Ábalos, también despierta interrogantes por sus consecuencias en las urnas. “Estar al frente de Organización es muy, muy difícil. Aún más en estas circunstancias. Pilar sería una muy buena opción, pero ahora lleva sobre sus hombros gran parte de la oposición a Carlos Mazón [presidente de la Comunidad Valenciana] por su catastrófica gestión de la dana y además tiene el objetivo de recuperar una plaza tan importante para nosotros como la ciudad de Valencia. Quizá su nombramiento sea demasiado arriesgado”, explica un miembro de la cúpula.
Mínguez, por su parte, fue designada por Sánchez el pasado lunes, junto a Narbona y otros dos altos cargos, para integrar el equipo interino que se ocupará de Organización hasta que sea elegido el relevo del exdirigente navarro caído por corrupción. El problema aquí es que milita en el PSC, no en el PSOE, así que si resulta elegida tendría que hacer cumplir la disciplina de un partido que formalmente no es el suyo. Su hipotética candidatura suscita dudas entre algunos dirigentes, pero también hay quienes no creen que suponga un impedimento su afiliación al PSC, con cuyo líder y president de la Generalitat, Salvador Illa, se reunió Sánchez el viernes en el palacio de La Moncloa. Recuerdan, en este sentido, que Carme Chacón se presentó para liderar el PSOE en 2012 y perdió por muy poco frente a Alfredo Pérez Rubalcaba.
La profundidad de los cambios
Los socialistas, en cualquier caso, tampoco saben si los cambios en la Ejecutiva se ceñirán al área de Cerdán o Sánchez aprovechará que se encuentra ante el precipicio para hacer una reestructuración a fondo. Hay opiniones de todo tipo. “Hay que dimensionar la crisis y no lastimar al Gobierno ni dar armas a la derecha. Lo más razonable es circunscribir la crisis a la Secretaría de Organización”, dijo el líder del PSOE en la reunión interna del pasado lunes, según fuentes presentes en el encuentro. Pero varios de sus colaboradores creen que no se quedará ahí.
El Gobierno, mientras tanto, intenta salir a flote y salvar su pedigrí feminista recuperando iniciativas que guardaba en un cajón. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, por ejemplo, anunció el miércoles que el Consejo de Ministros aprobará en septiembre el anteproyecto de ley para la abolición de la prostitución. Ábalos, que a diferencia de Cerdán rechazó en su día entregar su acta de diputado, fue expulsado del grupo socialista y desde entonces forma parte del mixto, tendrá también que posicionarse.