En un momento de alta tensión regional, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, habría activado un protocolo de sucesión, designando a tres posibles sustitutos en caso de ser asesinado durante un hipotético -y posible- ataque por parte de Israel o Estados Unidos.
La información, revelada por The New York Times y atribuida a fuentes iraníes con conocimiento directo del asunto, señala que la medida fue tomada desde un lugar no revelado donde se encontraría resguardado el líder de 86 años.
Según el medio estadounidense, Jamenei ha solicitado a la Asamblea de Expertos -organismo teocrático encargado de elegir al líder supremo- que priorice la elección de su sucesor entre un reducido grupo de clérigos de alta jerarquía, seleccionados por él mismo.
El líder supremo iraní, Alí Jamenei, durante una ceremonia por Jomeini el pasado 4 de junio.
Todo ello con el objetivo de garantizar una transición expedita y preservar la continuidad del sistema político-religioso iraní en medio del creciente conflicto regional.
La jefatura suprema en Irán concentra un poder sin parangón en el país, abarcando la conducción de las Fuerzas Armadas, así como la última palabra en los ámbitos legislativo, ejecutivo y judicial, además de encarnar la máxima autoridad espiritual dentro del islam chií.
La decisión se produce en un contexto especialmente delicado ante la reciente escalada bélica entre Israel e Irán, desatada tras un bombardeo israelí contra instalaciones estratégicas en territorio iraní. Esto ha desencadenado una serie de enfrentamientos aéreos entre ambos países, elevando el riesgo de una conflagración abierta.
En este clima de alta tensión, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que en un plazo de dos semanas tomará una decisión sobre una posible participación militar estadounidense, con el fin declarado de impedir que Irán adquiera capacidades nucleares ofensivas.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha sostenido que la eliminación de Jamenei significaría el fin del conflicto. Trump, por su parte, afirmó conocer la ubicación del líder iraní, aunque aseguró que no contempla su eliminación “por el momento”.