La Danza de la Moma que abre la procesión del Corpus Christi en Altea ha vuelto a causar enorme expectación este domingo por la tarde en el casco antiguo de la villa, en donde los vecinos y turistas agolpados en las calles de intramuros han contemplado con admiración a los danzantes, miembros del grupo Bellaguarda Tradicions, que han representado este baile arraigado en la festividad del Corpus Christi en Valencia desde el siglo XVI. Por otro lado, este sábado se incorporó la Danza de la Moma a la procesión del Corpus en Altea la Vella por iniciativa del párroco Juan Carlos Ferri.
En Altea se manifiesta la Danza de la Moma desde 2016, siendo el único pueblo de la provincia de Alicante en donde se representa. Aquel año, el entonces párroco José Abellán «importó» de Valencia este baile que realizan ocho danzantes con una indumentaria llena de significado: la Moma, que es el personaje central de la danza, va vestida toda de blanco, color que simboliza la Gracia y la Virtud. Mientras que los Momos llevan un traje en el que predomina el negro y el rojo, símbolo y representación de los pecados capitales, del infierno y del demonio.
La procesión ha salido a las 19:30 horas desde el templo parroquial de Nuestra Señora del Consuelo y ha discurrido por las calles San Miguel, Porrat, San José, Santa Bárbara, Belén, Honda, Salamanca y Mayor para volver al templo. Los vecinos habían estado previamente adornando las calles con adornos florales, además de instalar dos altares muy elaborados en las calles Porrat y Honda para recibir al Cuerpo de Cristo que, bajo palio llevado por el párroco Francisco Morató, iba acompañado por los niños y niñas que han tomado este año la Primera Comunión.
La Moma y los Momos han realizado, acompañados por la música de la dulzaina y el tabal, una danza pantomímica, representando el asedio de los pecados capitales a la virtud. La Moma, una blanca dama coronada de flores vestida a la usanza valenciana, ha atraido la atención de los espectadores mientras combatía con los Momos o los siete Pecados Capitales, los cuales, armados con bastones, intentaban doblegarla con la astucia o con la fuerza.
El final de la danza ha sido muy significativo, pues la Virtud ha vencido al Pecado y por ello la Moma golpeaba con un pequeño cetro, con el que complementa su indumentaria, a cada uno de los pecados capitales, simbolizando su triunfo en la batalla de la vida.