La escalada bélica en Oriente Medio ha reavivado también las alarmas en el mercado energético. El barril de Brent, de referencia para Europa, se ha encarecido hasta un 11% desde el primer ataque de Israel sobre Irán y este viernes rondaba los 77 dólares por unidad. «Si bien en la situación actual el mercado ya incorpora una prima de riesgo que ha llevado al crudo a cerca de 79 dólares por barril, cualquier empeoramiento de las hostilidades respecto de la situación actual, especialmente la afectación al Estrecho de Ormuz o las infraestructuras de producción y exportación del Golfo podría llevar rápidamente los precios por encima de 90 dólares y hasta 120 por unidad. En casos extremos y prolongados, no se descartan precios cercanos a los 150 dólares por barril, aunque por ahora este es un escenario remoto», explica Antonio Castelo, analista de iBroker.
El Brent tocó mínimos en abril hasta los 58,40 dólares y comenzó el pasado viernes una tendencia ascendente tras iniciarse el conflicto entre Israel e Irán. El precio se ha mantenido al alza a medida que se intensificaban las tensiones entre ambos países tras una semana de ataques cruzados. A ello se unía la preocupación del mercado ante la posibilidad de que Estados Unidos participe de forma directa en el conflicto. Trump tomará una decisión sobre si el país se involucra o no en el conflicto entre Israel e Irán «en las próximas dos semanas». Los analistas coinciden en señalar que el mayor miedo en los mercados pasa por un bloqueo del estrecho de Ormuz a causa del conflicto.
Este punto geográfico conecta el golfo Pérsico con el Omán y es una de las arterias clave para el transporte de energía por el que transita una quinta parte del suministro mundial de petróleo. Los analistas consultados aseguran que cualquier incidente que limite su operatividad tendría un impacto inmediato en la oferta global petróleo, provocando una reacción en cadena en los mercados energéticos. «Cuando comenzó el conflicto, acompañado de declaraciones beligerantes y la retórica de altos mandos, se desató de inmediato el típico ritual en los mercados de materias: analistas y operadores barajaron riesgos de bloqueo del estrecho de Ormuz, evaluaron posibles sanciones masivas y tampoco faltaron previsiones que auguraban un petróleo por encima de los 120 o incluso 140 dólares por barril de forma inmediata», expone Castelo.
Esta situación de incertidumbre llega un momento de preocupación para los países importadores, especialmente Asia y Europa, ante la posibilidad de que los costes energéticos vuelvan a presionar la inflación y ralenticen lo moderación de los precios. Tanto gobiernos como compañías energéticas siguen de cerca la evolución de los acontecimientos mientras refuerzan sus planes de contingencia. Por el momento, las principales potencias internacionales han hecho un llamamiento a la moderación, aunque los mercados se mantienen volátiles ante la incertidumbre.
El precio del gas natural también se desboca por el temor a un bloqueo en Ormuz
El precio del gas natural TTF se ha disparado más del 15% esta semana, ya que el megavatio hora (MWh) de gas costaba 36,17 euros el pasado jueves (antes del conflicto) y este viernes cotiza a 41,62 euros, según los datos recopilados por Bloomberg. Incluso, durante esta semana, ha llegado a tocar un máximo en los 41,72 euros.
Un bloqueo del estrecho de Ormuz pone en jaque el tráfico del 20% de la producción mundial de gas natural y tienen ya en guardia a los cargueros que navegan la zona. A pesar del incremento del uso de energías renovables en la Unión Europea, el gas natural sigue siendo una pieza fundamental en el mix energético. De hecho, España ha incrementado su uso tras el apagón del pasado 28 de abril.
El alza en el precio de la energía ha avivado el miedo a un aumento de la inflación, lo que ha contribuido a presionar las políticas monetarias de los bancos centrales. El Banco de Inglaterra ha decidido mantener los tipos de interés en el 4,25% ante el persistente riesgo de inflación en el Reino Unido, debido a la política arancelaria de Estados Unidos. El banco indicó en su informe que «la incertidumbre mundial sigue siendo elevada», con los precios de la energía al alza por la escalada del conflicto en Oriente Medio. «El comité se mantendrá atento a la evolución del entorno económico y geopolítico y seguirá vigilando de cerca los riesgos de persistencia de la inflación», aseguró.
Un día antes, el presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Jerome Powell, mantuvo también sin cambios los tipos de interés, y ha señalado una incertidumbre «inusualmente elevada» y apuntó que las expectativas de inflación a corto plazo han subido. Este viernes se conoció que la inflación ha subido en Japón, y se ha situado por sexto mes consecutivo por encima de los tres puntos porcentuales, debido al encarecimiento de la energía y la alimentación.
Contención del conflicto
Sin embargo, en esta ocasión los temores entre los analistas por un incremento súbito del precio del petróleo se ha disipado tras las declaraciones de Trump en las que ha señalado que tardará dos semana en decidir si atacará directamente posiciones de Irán. «Aunque los iraníes han realizado ejercicios militares y lanzamientos de misiles en las cercanías, ninguna infraestructura crítica, ni navíos cisterna ni plataformas de extracción, se han visto afectadas por el momento. El historial reciente demuestra que, salvo ataque directo, los mercados descuenta el riesgo con una prima limitada. La presencia reforzada de flotas navales de coalición y los patrullajes constantes en la zona han elevado la percepción de seguridad en el tránsito de buques, mitigando el temor a un bloqueo efectivo. En conjunto, optimismo mesurado: los operadores descuentan el peligro, pero no asumen un corte inminente del flujo de suministros por Ormuz», explica Castelo
«Hay razones para esperar que una contención del conflicto. Estados Unidos ha indicado que está informado del ataque israelí sin apoyarlo y Trump ha mostrado su voluntad de reanudar las conversaciones con Teherán para frenar el programa nuclear, por lo que podría ejercer presión diplomática sobre ambas partes para aplacar la tensión. Las reacciones comedidas de las demás potencias regionales sugieren que el episodio actual no se percibe por el momento como un cambio en el paradigma de seguridad y, por tanto, dan motivos para esperar que las tensiones no se extiendan a Oriente Medio en su conjunto», explican los analistas Michaël Nizard, responsable de multiactivos y overlay, y Nabil Milali, gestor de multiactivos y overlay en Edmond de Rothschild AM, en una nota enviada a los medios.
«El elevadísimo nivel de incertidumbre obligará a mantener una mayor prima de riesgo geopolítico en los precios durante las próximas semanas, pero podría evitarse un repunte del Brent hasta niveles que podrían debilitar la economía mundial o desencadenar una nueva oleada inflacionista si la OPEP, y Arabia Saudí en particular, acuerdan aumentar la producción», consideran los analistas de Edmond de Rothschild AM.