El ingeniero zaragozano Moisés Sancho fue uno de los primeros españoles en trabajar en grandes proyectos de centros de datos en Europa. A principios de los 2000, en pleno corazón financiero de Londres, ya lidiaba con entornos de máxima exigencia técnica y presión operativa. Más de 20 años después vuelve a moverse en este entorno empresarial, pero ahora lo hace desde su tierra, epicentro en la actualidad de las inversiones en este tipo de infraestructuras. Lidera Eigo High Tech, la división tecnológica creada por la constructora aragonesa Eigo, que trata de aprovechar la oportunidad histórica que vive Aragón, llamado a convertirse en un nodo clave del mapa digital europeo.
«Empecé en esto en 2003, cuando me contrataron para hacer un centro de datos para un periódico que estaba en la City (el distrito financiero de Londres). Fue una obra complejísima», recuerda. Así se adentró en el sector y descubrió algunas de las características que lo definen, que siguen siendo las mismas hoy en día. «Más allá de su complejidad técnica, que también se da en otros ámbitos de la construcción, es un mercado muy exigente y exclusivo«, destaca.
Tuvo un mentor con el que aprendió las reglas de juego de los datacenters. «Fue Jeff Hunter, muy conocido en el sector en Europa, con el que hice como un curso intensivo», señala. Con él aprendió que este sector solo admite a profesionales que aspiran a la excelencia, la competencia y la profesionalidad. «Hacer las cosas bien», resume.
Sancho recuerda esa época como una escuela de exigencia pura: defendiendo proyectos ante gigantes como Lehman Brothers, en salas vacías de Canary Wharf, o compitiendo en licitaciones donde su acento español le convertía en blanco fácil. «Me preguntaban: ¿Y tú qué experiencia tienes? Con una mezcla de escepticismo y competitividad. Pero ahí aprendí lo que significa trabajar en entornos cerrados, muy técnicos y exigentes», rememora.
Tras la crisis financiera de 2008, Sancho dio un giro a su trayectoria profesional y pasó a trabajar para una gran multinacional, Ikea. Esta nueva ocupación le llevo a viajar por el mundo, liderando desarrollos inmobiliarios en Corea del Sur, Suecia o Reino Unido, una etapa que considera enriquecedora en una compañía obsesionada por la calidad. «Era hiperexigente en temas de construcción y adquisición de propiedades», rememora.
Vuelta a Zaragoza y a los centros de datos
Volvió a Zaragoza con su familia ya en 2014, aunque dependía de la central del grupo en Suecia. En 2022 su regreso fue al sector de los centros de datos, primero en la constructora británica ISG y, desde octubre de 2023 en Eigo, donde asumió el reto de construir una unidad tecnológica para la compañía. «Me sedujo la idea de que una empresa aragonesa quisiera jugar en las grandes ligas del sector data. No solo levantar un edificio, sino diseñarlo, industrializarlo, ejecutarlo y mantenerlo con estándares internacionales», explica.
Así nació Eigo High Tech, la apuesta de la compañía para abordar el crecimiento exponencial del mercado de centros de datos en España, un sector que crecerá un 239% en el sur de Europa en los próximos años, según el informe de Cushman & Wakefield.
La apuesta estratégica de Eigo ya está dando sus frutos. La empresa ha logrado ya su primer gran contrato, la ampliación de un centro de datos de un operador global en Madrid, cuyo nombre no revelan por la confidencialidad exigida por el cliente. «Es un clásico de los operadores de colocación», apunta Sancho. La firma aragonesa está a punto de cerrar un segundo proyecto, a desarrollar también en el centro de España.
El reto es mayúsculo. «Es un sector muy cerrado, donde es difícil que un nuevo operador entre», comenta. Eigo no rebla y confía en formar parte del despliegue que grandes tecnológicas e inversores han anunciado en Aragón. «Estamos convencidos de que algunos de los operadores que han anunciado sus inversiones aquí confiará en nosotros», afirma.
«Queremos liderar un consorcio aragonés, formado por empresas de aquí, para ejecutar parte de las obras que se avecinan en Zaragoza, Huesca o incluso Teruel. Hay una oportunidad histórica y no podemos quedarnos al margen», sostiene el directivo.
Descarta que haya una burbuja de proyectos, aunque alguno pueda frustrar por determinadas circunstancias o avatares. «El sector es absolutamente de futuro y pujante», sentencia.
Modelo colaborativo y construcción industrializada
Sancho no solo habla de ladrillos, sino de ecosistemas. «Esto no va solo de ejecutar obras. Hablamos de cambiar el modelo», señala. Por este motivo, Eigo ha impulsado una cátedra de Construcción Digital con la Universidad de Zaragoza, que tiene como objetivo que los ingenieros y arquitectos salgan ya con un enfoque tecnológico. «Preferimos hablar de colaboradores y no de contratistas. Queremos una cadena de valor horizontal, que crezca unida», asevera.
Apuesta por la construcción industrializada, la metodología BIM y los gemelos digitales. «Hace 20 años en Reino Unido ya modelábamos en 3D. Ahora tenemos que incorporar tiempo, coste y calidad», señala, unos métodos que permiten construir de forma más rápida, segura y competitiva.
Talento de ida y vuelta
Aunque está convencido que Aragón reúne todos los ingredientes que precisa para este sector, Sancho señala el desafío de la falta de mano de obra cualificada. «Tenemos que empezar a visualizar que vamos a importar el talento de otras comunidades o países, porque todas esas inversiones van a requerir muchos trabajadores de todos los perfiles», asegura.
Ante este reto, recomienda tener «una mentalidad abierta». «Vamos a tener que acoger diversidad y es precisamente la diversidad lo que genera progreso y hará que seamos una sociedad más atractiva», asegura convencido.
Cree además que puede ser una oportunidad para repatriar el talento aragonés que hay por el mundo gracias al «efecto electromagnético» que va a generar el sector talento, que espera que aporte riqueza más allá del empleo directo. “En Escandinavia, cuando llega un campus de datos, hay que construir escuelas y vivienda. Aquí pasará lo mismo», señala convencido.
Moisés Sancho cree que Aragón tiene la oportunidad de jugar en primera línea en el nuevo mapa digital de Europa. Y Eigo High Tech quiere ser uno de los que la hagan realidad con solvencia técnica, visión de largo plazo y profesionalidad: “Estamos aquí para hacer bien las cosas y demostrar que una empresa de Zaragoza puede competir con los mejores”.