Pedro Sánchez no recogió el guante lanzado por varios de sus afines en la reunión de la ejecutiva socialista del pasado lunes para realizar una remodelación profunda del partido tras estallar el ‘caso Cerdán’. Las salidas que se pusieron sobre la mesa fueron desde la convocatoria de un congreso federal extraordinario hasta la puesta en marcha de asambleas abiertas. Para dar la voz a la militancia “que está en su pueblo sin cobrar un duro y salen y les insultan” y para refrendar el liderazgo de Sánchez, argumenta uno de los dirigentes que abrió este debate, convencido de que “si se vota, sale Pedro [Sánchez]” y se arrinconarían así las voces críticas. Pese al ánimo constructivo, Sánchez les dio a entender que los cambios serían quirúrgicos en el comité federal del próximo 5 de julio para que no pagase las culpas quien no las tenía. Algo que ratificó en su intervención posterior ante los medios.
Mientras algunos de los miembros de la dirección mantienen la esperanza de que se vaya más allá, a la espera de Sánchez siga madurando los pasos a dar, desde los territorios se está elevando la presión en esta dirección. Se piden decisiones más drásticas y advierten de que no basta con lo hecho hasta ahora. La versión oficial de Ferraz apunta en la línea contraria, defendiendo la celeridad y la contundencia. El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, fue cauto, pero elocuente al manifestar este jueves en Madrid su convencimiento de que Sánchez “va a actuar en la línea que tiene que actuar” para depurar todas las responsabilidades “caiga quien caiga”. “Eso es lo mínimo que podemos hacer para restablecer la confianza”, añadió.
En privado, otros dirigentes territoriales alertan que no se está haciendo lo suficiente. No solo de puertas hacia afuera para enviar un mensaje que cambie el guion sobre la corrupción en el partido, sino también internamente. Para ello ponen el foco en la indignación que palpan entre los militantes de sus federaciones. Sobre la impresión de inacción es sintomático que incluso los secretarios generales más afines al líder del partido reconozcan que todavía no tienen fijada una posición respecto al debate del próximo comité federal.
A la espera de que Sánchez, encapsulado los últimos días en La Moncloa, pase de la fase de escucha a la de trasmitirles sus decisiones y poner un plan sobre la mesa. En este contexto, un líder territorial da por «seguro» que en el máximo órgano de decisión entre congresos “habrá debate interno”. Este viernes, Sánchez volvió a hacer una ronda de contactos telefónicos con varios secretarios generales para analizar diferentes escenarios, aunque siempre descartando extremos como el adelanto electoral o la dimisión que reclaman desde la oposición. En el caso del president de la Generalitat, Salvador Illa, la reunión fue presencial, al desplazarse a La Moncloa pese a no estar previsto en agenda.
En otros territorios ya comienzan a moverse y no parece que vayan a dar el beneplácito a Sánchez para recapacitar sobre una depuración profunda. Este es el caso de Extremadura. La federación dirigida por el crítico Ángel Gallardo, celebrará este sábado un comité regional donde, según apuntan desde la dirección, “marcaremos la posición”.
En el sector más crítico, que lleva el nombre propio del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, trasladan que a falta de dos semanas para el comité federal, todavía es demasiado pronto para fijar un posicionamiento. Sobre todo, cuando las sospechas de que haya nuevos audios o las investigaciones extiendan la trama a otros implicados. Este mismo viernes, agentes de la UCO acudieron a Ferraz buscando efectos personales e información del ex secretario de Organización del PSOE.
Críticos o afines, todos coinciden en que “queda mucho” para el comité federal ante el goteo de informaciones diarias. “La información cambia por días”, explica un barón para justificar su cautela y evitar futuribles. “Lo cierto es que, hasta el día 5, pueden pasar tantas cosas…”, señala otro con tono lacónico. Las dudas se han instalado en el partido y tras el golpe del informe de la UCO sobre Santos Cerdán, están por concretar posibles ramificaciones de la trama y suprofundidad.
“No tenemos perimetrado el incendio”
“Hay incertidumbre porque no sabemos a quién más puede afectar”, reconoce otro miembro de una de las cúpulas autonómicas del partido. En Moncloa han pasado de poner la mano en el fuego por Santos Cerdán a reconocer que no pueden vaticinar si habrá “más nombres” implicados en la trama.
La sensación más extendida es la de incertidumbre y de ahí que se opte por ganar tiempo y mantenerse cautos hasta conocer la situación con la que se llega al comité federal. Unos esperando una reacción del presidente del Gobierno y otros a calibrar la magnitud que pueda tomar este caso de presunta corrupción. “Va todo muy rápido y mi preocupación es que no tenemos perimetrado el incendio”, advierte un líder territorial resumiendo así un temor que recorre la organización.
A falta de concretar la hoja de ruta, Sánchez sí retó el pasado lunes a los barones y voces críticas en el partido que cuestionan su gestión del caso Santos Cerdán a medir fuerzas en el próximo comité federal. “Hay compañeros que legítimamente están planteando opciones distintas”, reconoció, para luego animarlos a que “intervengan” y que “lo hagan en los órganos internos de la organización”. Fuentes socialistas cercanas al secretario general elevaban la apuesta al trasladar que el comité federal es un órgano donde incluso se puede plantear la destitución de Pedro Sánchez. “Es como la moción de censura,. Si quieren que la presenten”, zanjaron.