Un nuevo episodio de caos ferroviario ha sacudido la red de Rodalies en Tarragona, donde la circulación de trenes quedó completamente cortada en la línea R14 debido a la falta de tensión eléctrica en un convoy que transportaba a unas 200 personas.
El incidente, ocurrido en pleno horario matinal, ha puesto de manifiesto una vez más la fragilidad de la infraestructura ferroviaria en la región y la desesperación de los usuarios ante la falta de soluciones inmediatas, según informa Europa Press.
El suceso se produjo cuando un tren de la línea R14, que conecta Tarragona con Lleida, se detuvo de forma repentina tras perder el suministro eléctrico de la catenaria.
Los pasajeros, que inicialmente pensaron en un retraso habitual, pronto se vieron atrapados sin aire acondicionado y sin información clara sobre la evolución de la incidencia. La falta de tensión impidió cualquier avance del convoy, lo que obligó a la compañía a suspender toda la circulación en el tramo afectado para garantizar la seguridad de los viajeros y del personal ferroviario.
La situación se volvió especialmente tensa cuando, tras más de una hora de espera, los servicios de emergencia —incluidos bomberos y Mossos d’Esquadra— tuvieron que intervenir para evacuar a los pasajeros.
Algunos usuarios, agobiados por el calor y la falta de ventilación, intentaron abrir las puertas por su cuenta o incluso caminaron por las vías para buscar una salida. Finalmente, la evacuación se realizó de manera ordenada, aunque no exenta de nerviosismo y quejas por parte de los afectados, que denunciaron la escasa información recibida durante el incidente.
El corte de la R14 tuvo un efecto dominó en otras líneas de Rodalies, como la R15 y la R16, que también sufrieron interrupciones y retrasos superiores a una hora.
La circulación sólo pudo restablecerse de forma parcial varias horas después, acumulando importantes demoras y generando aglomeraciones en las estaciones. Las imágenes de largas filas de pasajeros caminando por las vías y las protestas en redes sociales reflejaron el malestar creciente entre los usuarios del servicio.
Las autoridades catalanas han reconocido que la red ferroviaria arrastra años de desinversión y prometen medidas urgentes para modernizar las infraestructuras.
Sin embargo, los usuarios exigen respuestas inmediatas y una gestión más eficiente de las incidencias, hartos de que los problemas en Rodalies se hayan convertido en una rutina diaria. El incidente en la R14 es un recordatorio más de la necesidad de inversiones y de una mejor comunicación con los pasajeros en situaciones de emergencia.
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