Una paciente del Hospital del Vinalopó de Elche ha denunciado ante la Policía Nacional las “graves secuelas” que padece desde que fue intervenida en noviembre de 2020 por una hernia de hiato. “Estoy muerta en vida”, afirma Alexandra Do Patrocinio Rodrigues, que asegura haber sufrido un verdadero calvario tras aquella operación para evitar el reflujo. Relata que ha pasado por siete intervenciones quirúrgicas, ha sufrido una parada cardiorrespiratoria por la cantidad de fármacos que precisa, le han perforado el intestino, vive con un tumor en la zona del estómago y el esófago, y apenas puede ingerir medio yogur al día sin vomitar.
La denuncia, interpuesta el pasado 3 de febrero en Alicante, señala como responsable de su situación a un cirujano del citado centro hospitalario de Elche. La paciente acusa al facultativo de haber cometido mala praxis y de haber limitado el acceso a segundas opiniones médicas durante su largo proceso clínico.
Una operación que marcó el inicio del infierno
Según relata la paciente, tras una primera intervención inicial, practicada en 2020, permaneció más de tres meses y medio hospitalizada, y fue dada de alta con una herida abierta por la que requería curas diarias y nutrición asistida a domicilio. “No podía ingerir alimentos sólidos y cada vez toleraba menos líquidos”, recoge la denuncia, en la que también se indica que comenzó a vomitar todo lo que comía.
Durante ese tiempo, Alexandra asistía semanalmente a consulta con el mismo cirujano, quien le realizaba pruebas para tratar de solucionar las secuelas. Sin embargo, su estado se agravaba con el paso del tiempo. Fue entonces cuando, al acudir por deshidratación al Hospital General de Alicante, los médicos que la atendieron le comunicaron que “era preciso quitarle el esófago y el estómago. Cuando dije que no, el jefe de cirugía de Alicante se ofreció a quitarme la malla que me sujetaba los órganos porque se había metido dentro del estómago, y ahí sigue. Pedí el alta voluntaria y me llamó el cirujano de Elche, el que me hizo todas las operaciones anteriores, para decirme que me iba a quitar el tumor que se formó como resultado de tantas intervenciones, 8 en 3 meses, me dijo que un médico amigo suyo de la Fe de Valencia vendría a operarme a Elche”.
Alexandra Do Patrocinio denunciaba por mala praxis a un cirujano en el Hospital del Vinalopó ante la Policía Nacional / Héctor Fuentes
Do Patrocinio “desconfiaba y le pregunté el nombre y la especialidad de ese médico. Me decía que no me preocupara que estaba todo preparado para operarme en febrero. En ningún momento me dijo que la malla estaba dentro del estómago, lo que sí me comunicó el jefe de cirugía de Alicante”.
Ante esta situación, “me da pánico ir a un hospital. Como ya no hay solución, decidí que no volveré a pasar por los dolores que sigo teniendo”.
Parada cardíaca y desconfianza médica
Uno de los episodios más críticos tuvo lugar tras una de las operaciones, cuando sufrió una parada cardiorrespiratoria que requirió maniobras de reanimación. “Me rompieron dos costillas al reanimarme”, explica Do Patrocinio en su declaración. Aquel colapso, según indica, se debió a la reacción de su organismo a las múltiples operaciones y medicamentos. “El paro cardíaco se produjo por un fallo renal, por tantos medicamentos durante tanto tiempo y la octava operación fue por un encharcamiento de los pulmones, debido a las operaciones. Me tuvieron que intervenir de nuevo, pero me operó otro médico. Aún así me ingresaron en la planta de digestivo, donde estaba el mismo cirujano de siempre, que acudía a verme”, relata.
Fue tiempo después cuando nuevos exámenes realizados en el Hospital General de Alicante revelaron la existencia de un tumor en el esófago y el estómago. Ante el diagnóstico, la paciente rechazó una nueva operación por miedo a nuevas complicaciones.
“No quería que otros médicos supieran lo que me pasa”
Otro de los aspectos que denuncia Alexandra Do Patrocinio es la presunta falta de transparencia y el bloqueo a nuevas valoraciones médicas. Asegura que solicitó citas con otros especialistas en digestivo, pero que en todas ellas acabó atendiéndola el mismo médico. “Creo que no quería que otros tuvieran conocimiento de lo que está ocurriendo conmigo”, afirma.

Alexandra Do Patrocinio muestra su denuncia por mala praxis a un cirujano en el Hospital del Vinalopó ante la Policía Nacional / Héctor Fuentes
Además de las múltiples cirugías, la paciente asegura haber sufrido lesiones internas como la perforación del intestino y encharcamiento pulmonar. Hoy, convive con un tumor que se originó, según su versión, como resultado de las intervenciones anteriores. Apenas puede comer y vive en un estado de debilidad extrema. “Estoy viva, pero no tengo vida”, concluye su denuncia. Ahora, sus abogados, han iniciado el proceso para judicializar el caso.
“Dos operaciones, no ocho”
El Hospital del Vinalopó ha rebatido la versión de Do Patrocinio. Consultado por este diario, el centro asegura que la paciente fue sometida a una cirugía en 2020 sin incidencias y a otra en 2022 que efectivamente conllevó una complicación local de las que se pueden producir en las intervenciones quirúrgicas. A partir de ahí, la paciente ha sido sometida a varias pruebas de Medicina Digestiva, necesarias para su seguimiento, pero estas no son cirugías. El centro hospitalario no puede entrar en mayores consideraciones por cuestiones legales, pero sí señalan que desde 2024 la enferma no ha acudido a consulta, por lo que debe estar siendo atendida en otro centro sanitario y por lo que es imposible valorar su estado actual de salud.
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