El liderazgo del Grupo ACS en el diseño y construcción de grandes puentes también se manifiesta con fuerza en el resto del viejo continente. En Escocia, el Queensferry Crossing se ha consolidado como un nuevo icono nacional a orillas del estuario del Forth. Con más de 2,7 kilómetros de longitud y un diseño singular de triple torre, es el puente atirantado de tres soportes centrales más largo del mundo. La obra, liderada por Hochtief y Dragados, respondió a retos extremos como fuertes corrientes, vientos de más de 110 km/h y temperaturas gélidas, integrando soluciones innovadoras como barreras cortavientos de 3,3 metros de altura que garantizan su operatividad en cualquier circunstancia.
Y en Dinamarca, el Great Belt Bridge transformó la movilidad nacional al unir las islas de Fionia y Selandia. Con una longitud total de 20 kilómetros, su tramo este —un puente colgante con una luz central de 1.624 metros— se encuentra entre los mayores del planeta. Construido por Hochtief, redujo drásticamente la duración de los trayectos y acabó convirtiéndose en un emblema de cohesión territorial y desarrollo económico para todo el país.