El 39% de las familias atendidas por Cáritas en Zaragoza vive pisos compartidos. La preocupación por la vivienda ha crecido en los últimos años y ya es uno de los principales escollos con los que se encuentra la entidad asistencia. «Estamos ante un verdadero problema social«, ha advertido este miércoles la secretaria general, África Navarro, durante la presentación de la memoria anual.
La situación está empeorando con el aumento de los precios, hasta un 10% en los últimos años, y con una situación alarmante de precariedad. Según los testimonios aportados por la entidad, se han detectado viviendas con 19 personas en las que colocan camas en las cocinas. «Los niños no tienen sitio para estudiar, jugar o desarrollarse», denuncia. Las habitaciones que comparten rondan los 350 y los 400 euros, dependiendo de los servicios comunes de los que dispongan. «La falta de oferta hace que las familias tengan que conformarse con lo único que se les ofrece», han lamentado.
El presidente, Carlos Gómez, ha reclamado a las administraciones que tomen cartas en el asunto impulsando vivienda social de construcción pública. «En el pasado se tomaron medidas levantando barrios enteros para las personas que se mudaron del campo a la ciudad», ha recordado. En este momento en España solo existe un 2% de este tipo de hogares accesibles frente a una media del 9% en el resto de Europa.
El balance de la entidad durante el año pasado deja 9.443 personas fueron acogidas, acompañadas y recibieron orientación en los 86 puntos de acogida parroquiales de Cáritas en la capital aragonesa, así como en sus cuatro proyectos especializados (el centro Fogaral, la residencia Santa Teresa, el proyecto de atención a la salud mental y el proyecto San Nicolás). Esta cifra muestra que hubo un incremento del 3,6% en el número de personas atendidas con respecto al año anterior.
Navarro destaca que han atendido a un 56% de mujeres y a un 44% hombres. La gran mayoría (un 72,6%) son personas nacidas en el extranjero, destacando Colombia (21%), Venezuela (11,7%) y Nicaragua (5,8%). Y en este sentido han evidenciado que el 52,2% de estas personas se encontraban en situación administrativa irregular (frente al 50,5% en 2023). Esto hace que en la última década, el número de personas sin papeles acompañadas por Cáritas ha aumentado un 600%: de 513 en 2014 a 3.577 en 2024.
«Oportunidad perdida»
En este sentido, Navarro considera que se está condenando a gran parte de la población «a la economía sumergida» y ha lamentado que la reciente reforma del reglamento de extranjería haya sido «una oportunidad perdida» pues no se ha dotado de derechos a la gente que los necesita. Algo que se suma a las trabas administrativas con las que se encuentran para solicitar ayudas de primera necesidad, las demoras en la concesión de las prestaciones y los «laberintos digitales».
Cáritas Diocesana de Zaragoza durante el año 2024 concedió 9.864 ayudas directas a familias por valor de 1.599.019 euros, lo que supone un descenso de un 1,6% con respecto a 2023 debido al aumento de las solicitudes. El ámbito con mayor número de prestaciones es el de Dignidad e Integridad de las Personas, con un 53,8% del total. Engloba los conceptos de alimentación, ropa y calzado, transporte, enseres menores, documentación básica y trámites administrativos. El concepto de alimentación supuso el 38% del importe de las ayudas económicas entregadas el año pasado. En segundo lugar estuvieron las relacionadas con la Vivienda (alquiler, suministros, equipamiento, etc.) y más de 41.000 euros se entregaron para apoyar temas de salud, dato que no hay que perder de vista si hablamos de la salud como un derecho fundamental. Y, por otro lado, más de 17.000 euros que fueron destinados a ayudas a la educación, sobre todo, de menores de las familias.