Nadie escapa a las grabaciones del exasesor de José Luis Ábalos, Koldo García. Uno de los hombres que lleva tiempo sacudiendo el tablero político desde hace tiempo, habría ‘pinchado’ a todo el mundo, entendiendo como tal dirigentes políticos de cualquier color que hayan sido presente y pasado de este país.
La Guardia Civil tiene en su poder cuatro memorias externas con grabaciones que afectan a ministros del Gobierno actual, del Ejecutivo anterior, y a dirigentes y exdirigentes del PSOE. También de formaciones socias del actual equipo de Moncloa y de la oposición, ahora capitaneada por el PP.
Pero las cintas no se quedan en el ámbito estrictamente político, sino que, según indica la Benemérita y recoge este miércoles la Cadena Ser, el investigado también ha apuntado a directivos de empresas tanto públicas como privadas, algunas de ellas en que el hasta hace poco Secretario de Organización, Santos Cerdán, tenía participaciones. Así las cosas, Koldo habría dispuesto, incluso, de alguna grabación con presuntas corruptelas de adjudicatarias de obra pública que todavía no ha trascendido.
La Unidad Central Operativa (UCO) del cuerpo aprisa en escuchar las grabaciones para dar el empujón definitivo a la investigación antes del verano. A partir de ahí, será la policía judicial la que se ocupe de decidir qué material del que han intervenido dispone de suficientes indicios de delito para incluir a la causa.
Al margen del protagonista de estas líneas y del que fuera ministro de Transportes, el foco mediático se sitúa de unos días a esta parte en el otrora número 3 del Partido Socialista después de que la entidad a la que compete la investigación elevara al Tribunal Supremo (TS) un informe demoledor basado en esas conversaciones que le ha implicado en el cobro de comisiones a cambio de obra pública; una situación que dejaba a la principal formación del Ejecutivo de coalición contra las cuerdas y hacían tambalearse los pilares de La Moncloa. El escenario obligó al presidente, Pedro Sánchez, a hacer de cortafuegos desde Ferraz primero hasta en dos ocasiones y con una carta a la militancia después.
En el cruce de acusaciones entre los implicados, Cerdán asegura que las conversaciones que le incluyen en el cobro de comisiones a cambio de obra pública están manipuladas, mientras que el que fuera asesor del antiguo ministro de Transportes ha desplegado una estrategia de defensa con el objetivo de minimizar los daños, sobre todo hacia su familia.
Santos Cerdán, dueño del 45% de una de las principales empresas de la trama
La UCO encontró en el registro del domicilio de Joseba Antxón Alonso Egurrola, quien se llevó contratos millonarios de la trama en Navarra, un documento que revela que el ya ex secretario de Organización del PSOE poseía el 45% de Servinabar, una de las principales empresas vinculadas al caso de presuntos amaños de obra pública.
En el informe de los registros efectuados la semana pasada en distintas casas y empresas, los operarios revelan que en la vivienda, situada en Vizcaya, encontraron «una escritura privada de compraventa de participaciones sociales» entre Cerdán y el empresario.
Por virtud de la misma, fechada el 1 de junio de 2016 -un año después de que, según los investigadores, comenzaran las presuntas corruptelas- Alonso Egurrolla transfirió a Cerdán «1.350 participaciones sociales de las 3.000 que constituye la sociedad», lo que supone el porcentaje mencionado anteriormente.
Servinabar es una de las empresas que la UCO sitúa en la presunta trama de adjudicación de obra pública a cambio de comisiones que habrían iniciado Cerdán y el ex asesor ministerial Koldo García y a la que posteriormente se habría sumado el ex ministro de Transportes José Luis Ábalos.
Destrucción de pruebas
La Guardia Civil ha informado también al Alto Tribunal de que el día que registró la casa de Ábalos en Valencia una mujer que se encontraba con él intentó salir del domicilio con un “disco duro externo de color azul» oculto en su pantalón con la excusa de sacar a pasear al perro”.
Así consta en el acta de entrada y registro que los agentes han entregado al magistrado Leopoldo Puente, a cargo de la investigación. Según relata la Benemérita, durante el registro del 10 de junio, el exministro manifestó la necesidad de que la mujer que le acompañaba en su casa sacase al perro que también se hallaba en la vivienda. En ese momento, un agente observó cómo Ábalos le indicó a ésta que se llevara «algo de desayuno, procediendo a ir dentro a una de las estancias de la vivienda», y «antes de proceder a la salida del domicilio» el guardia civil se dio cuenta de que la mujer llevaba «algo oculto en su pantalón».
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