“Gabriel Garcías, derecho, justicia y honradez”. Este es el título del libro que ha escrito el exdiplomático mallorquín Josep Pons, que ha sido presentado esta tarde en el Colegio de Abogados de Baleares y que dedica a la figura de uno de los letrados penalistas más importantes del último siglo en las islas.
Garcías, que además de abogado fue profesor titular de la asignatura de Derecho Penal de la UIB, falleció hace tres años tras una brillante trayectoria profesional. Por su despacho se trataron la mayor parte de los casos más importantes que se han instruido en los juzgados de Baleares en los últimos años, ya que fueron muchos los investigados que acudieron a Gabriel Garcías en busca de la mejor defensa. En la presentación, además de los familiares, han estado presentes numerosas personas, muchas de ellas pertenecientes al ámbito judicial, que han llenado el salón de actos.
El salón de actos del Colegio de Abogados se llenó de público / G.Bosch
El libro ha sido editado por Lleonart Muntaner y es el resultado de una larga conversación que el autor, Josep Pons, mantuvo con Garcías. El escritor tenía una ventaja, pero al mismo tiempo una gran responsabilidad, y es que era amigo íntimo del abogado penalista quien, precisamente, lo eligió para que fuera él quien escribiera las líneas que narraban su trayectoria, tanto familiar personal y profesional.
El autor quiso destacar sobre todo la brillante inteligencia que mostró siempre Gabriel Garcías, al que definió como una persona con profundos principios, pero que se supo acoplar a los tiempos modernos. Y desde el aspecto profesional, además de ser un profesor que enseñó derecho penal a la mayoría de juristas que ejercen su profesión en Baleares, incidió en su honradez. “Gabriel Garcías me decía que todos los clientes que entraban en su despacho eran inocentes, pero al mismo tiempo también sabía que le estaban mintiendo”. Pons aseguró que una personalidad tan relevante como Gabriel Garcías, a la vez de una inteligencia muy especial, “solo aparece una vez cada medio siglo” y explicó que le confesó que si tuviera que iniciar en estos momentos la profesión de abogado “le habría costado mucho”. En las conversaciones que se reflejan en el libro Garcías detalló sus orígenes familiares, su decisión de estudiar derecho y detalla los episodios que le llevaron a ejercer la profesión de abogado penalista. Además de narrar las muchas anécdotas que marcaron la vida del profesor, el escritor incidió en la influencia que tuvo su padre, un reconocido médico, en el desarrollo de la personalidad del protagonista del libro, que siempre le desaconsejó estudiar medicina. También destaca en el libro la figura de su madre, fallecida a temprana edad, que siempre fue la confidente de Gabriel Garcías, que durante toda su vida recordó la figura materna.

El libro dedicado a Gabriel Garcías se presentó en el Colegio de Abogados / G.Bosch
Gabriel Garcías coincidió con el autor de este libro cuando eran niños y estaba a punto de entrar como estudiante en el colegio Montesión cuando apenas tenía diez años. “Mi madre me dijo que tenía que proteger y hacerme amigo de un alumno nuevo, ya que ella conocía mucho a sus padres. Y ha sido una amistad que se ha prolongado durante casi 60 años”, señaló Pons, que incidió en que en estos momentos “es muy difícil encontrar a una persona tan honrada como fue Gabriel Garcías”.
Pons también agradeció la colaboración que ha tenido de la esposa de Garcías, Carmen de España, que acudió a la presentación acompañada de sus hija María Eugenia y Carmen, así como de otros familiares. “Nadie muere mientras lo podamos recordar”, concluyó Pons.
Antes del autor también intervino en la presentación del libro Martín Aleñar, el decano del Colegio de Abogados, que calificó a su profesor de “abogado con mayúsculas”. Le recordó como un compañero que “nos hacía pensar y cuando hablaba lo hacía siempre con una gran sabiduría. Nunca levantaba la voz si antes no había pensado lo que iba a decir”, señaló el decano de los abogados.