El presidente de BBVA, Carlos Torres, ha dejado claro este martes que la entidad no descarta acudir a la vía judicial si el Gobierno decide endurecer las condiciones impuestas a la Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre Banco Sabadell, actualmente en evaluación por parte de las autoridades.
Durante una entrevista concedida a Onda Cero, Torres aseguró que la interpretación jurídica que hace BBVA de la Ley de Defensa de la Competencia permite al Ejecutivo “mantener o suavizar” los compromisos ya pactados entre el banco y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), pero no establecer nuevos obstáculos.
“Esa vía [la judicial], por supuesto que siempre existe”, subrayó el ejecutivo, quien no descartó que el banco pudiera aceptar las condiciones del Gobierno, pero recurrirlas más adelante por la vía legal. Una estrategia que pondría a prueba la flexibilidad del marco regulatorio actual en torno a las grandes operaciones empresariales.
Riesgos de bloquear la operación
Torres evitó especular con un escenario de retirada de la OPA, pero advirtió que hacerlo supondría un “mal escenario” para BBVA y un “tremendísimo mal escenario” para Cataluña, España y Europa. A su juicio, impedir que los accionistas de Sabadell se pronuncien libremente “va en contra del interés general” y sería contrario a los objetivos de inversión y consolidación del sistema financiero europeo.
“La operación es entre actores privados. Si las autoridades han dado su placet, debe ser el turno de los accionistas. Retrasar esa decisión es perjudicial para todos”, afirmó.
Escaso interés ciudadano y oposición política
El presidente de BBVA también valoró la consulta pública impulsada por el Gobierno entre el 6 y el 16 de mayo para recabar opiniones sobre la OPA. Según explicó, el banco tuvo acceso a los datos del proceso y se sorprendió por el bajo nivel de participación, lo que —a su entender— demuestra que no existe un rechazo social significativo.
“Hay una inmensa mayoría de respuestas que no ven afección al interés general, salvo en lo referente a competencia”, indicó.
En cuanto al rechazo político casi unánime a la operación, Torres lo atribuyó a “emociones comprensibles” y “temores infundados”, especialmente en Cataluña, región donde Sabadell tiene su sede histórica. Consideró que la filtración del intento de OPA durante la campaña electoral del año pasado pudo haber intensificado una sensibilidad ya elevada.
TSB, en el centro del tablero
Respecto a las informaciones sobre una posible venta de la filial británica TSB por parte de Sabadell, Torres afirmó que no es “el momento idóneo” para deshacerse de un activo tan relevante, y recordó la obligación legal de pasividad que tienen los órganos de administración de una empresa opada.
Asimismo, descartó que estas operaciones tengan efecto en el precio de la OPA, ya que está expresado en acciones de BBVA y se valoró teniendo en cuenta el activo británico. Sabadell, por su parte, confirmó haber recibido muestras de interés por TSB, aunque no vinculantes.